Nov 6, 2014

Posted by in asides, Blog, Featured Articles | 8 Comments

Estudio Bíblico: El futuro templo

El Futuro Templo

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley

De acuerdo con las profecías en Daniel 9:27, Mateo 24:15 y 2 Tesalonicenses 2:4, en Israel va a existir un templo al comienzo de la gran tribulación. Lo anterior lo confirma Apocalipsis 11:1 que describe a Juan midiendo el templo durante la tribulación. Su localización es la “Ciudad Santa”. El capítulo 11 también nos presenta a los dos testigos quienes predican en la “Grande Ciudad” donde finalmente los matan, y sus cuerpos quedan en la calle. La Grande Ciudad se identifica como el lugar en donde el Señor fue crucificado: Jerusalén. ¿Pero Jerusalén es también la Santa Ciudad en donde estará el Templo futuro?

Según Zacarías 14:6-9 en el día del retorno del Señor un terremoto va a partir en dos el Monte de los Olivos en dirección este a oeste, formando un gran valle a través del centro de Jerusalén. De inmediato, el agua de un río va a llenar ese valle formando un canal desde el Mar Mediterráneo hasta el Mar Muerto. Si el Señor retorna al mismo lugar en el Monte de los Olivos desde donde ascendió al cielo, como se sugiere en Hechos 1:11, el terremoto que formó este valle de este a oeste, va a destruir el actual Monte del Templo y todo lo que está construido encima.

Ezequiel 47:1-12 describe un gran río que fluye de debajo del lado sur del Templo y luego corre hacia el este al Mar Muerto, durante un período de tiempo que la mayoría de los eruditos considera que aun no ha ocurrido. Apocalipsis 22:1-2 confirma lo anterior. Si como parece ser, Ezequiel, Zacarías y Apocalipsis describen el mismo río, entonces un escenario interesante comienza a hacer su aparición.

Al comparar Zacarías 14-8 y Ezequiel 47:1-12 podemos ver que un Templo debe de existir el día que el Señor retorna a la tierra puesto que es de allí de donde sale el agua viva. Puesto que el actual Monte del Templo habría sido destruido por el terremoto anterior, este Templo debe de estar en algún otro lado. Debido a que el río se origina de debajo del Templo y fluye de su extremo sur antes de dirigirse hacia el este y el oeste, el Templo debe de estar situado hacia el norte de este recién formado valle por el cual corre este río.

¿En Dónde Están Las 12 Tribus?

Si trazamos en un mapa de Israel las concesiones de tierra para las 12 tribus que se dan en Ezequiel 48, se colocan los límites de la Santa Ciudad en algún lugar hacia el norte de la actual Ciudad de Jerusalén. Esta nueva localización es la ciudad de Silo, en donde el Tabernáculo estuvo durante casi 400 años después que los israelitas conquistaron la tierra. Esta es la Santa Ciudad y su nombre es Jehová-sama, según el último versículo del libro de Ezequiel. En hebreo Jehová-sama se traduce “Jehová allí”.

Este lugar reuniría todos los requisitos para el Templo mencionados en las referencias anteriores. El actual Monte del templo en Jerusalén no los reúne.

Según Ezequiel 44:6-9, este Templo habría sido profanado de una manera nunca antes vista en la historia, y por lo tanto, sucederá en un tiempo aun futuro para nosotros. Un extranjero, incircunciso de corazón (no es cristiano) y de la carne (ni es judío) habrá tomado a su cargo el santuario mientras se ofrecen los sacrificios. Si nosotros entendemos la cronología de Ezequiel, este evento habría sucedido después de la re-reunión de 1948, profetizada en Ezequiel 36-37 y el llamado nacional en Ezequiel 38-39, pero antes de que se inicie el Reino del Milenio. El único evento que conocemos que se ajusta a esta cronología es la gran tribulación. Esto lo confirma la profecía de Pablo en 2 Tesalonicenses 2:4 cuando el anticristo se instala en el Templo proclamando ser Dios. Esta es la abominación desoladora con la que arranca la Gran Tribulación (Mateo 24:15-21).

Entonces, seguidamente tenemos un resumen general de los eventos. Después del retorno de Israel a Dios luego de la batalla de Ezequiel 38-39, el pueblo judío va a restablecer su pacto (el antiguo, no el nuevo) con Él. Esto requiere el retorno a las prácticas levíticas de tal manera que un Templo será construido. Este es el Templo del que hablan Daniel 9 y Apocalipsis 11. Siguiendo las instrucciones dadas a Ezequiel y siendo necesario evitar los enormes problemas que un Templo en Jerusalén producirían en el mundo musulmán, este Templo estaría situado al norte de Jerusalén, en Silo. Será profanado a la mitad de los siete años descritos en Daniel 9:24-27, Ezequiel 44:6-9, Mateo 24:15 y 2 Tesalonicenses 2:4 lanzando así la gran tribulación, pero será purificado por las aguas salutíferas que empiezan a fluir el día del retorno del Señor (Zacarías 14:8).

Este Templo será utilizado durante el Milenio como un memorial de la obra del Señor en la cruz y le dará la perspectiva a los niños que nazcan durante la Era del Reino, para que escojan la salvación de la misma manera que usted y yo lo hacemos hoy día al tener la perspectiva de la Cena del Señor cuando hicimos nuestra elección. Recordemos que Él dijo, “Hagan esto en memoria de mí, hasta que vuelva”. Hechos 15:14-16 confirma que después que el Señor ha escogido de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre (la Iglesia), Él retornará para reedificar el Tabernáculo de David que está caído (el Templo). Este es el Templo del Milenio tan vívidamente descrito en Ezequiel 40-48.

La Nueva Jerusalén

Este pasaje de Ezequiel también soluciona el problema de la Jerusalén/Nueva Jerusalén. Durante todo el tiempo que he estado estudiando estas cosas, ha habido un gran debate sobre el asunto de la Nueva Jerusalén. Algunas personas piensan cómo es que el Señor va a permitir que los creyentes redimidos y los humanos incrédulos puedan coexistir en el Milenio. (Es la teoría de la manzana podrida que arruina a todas las demás en el canasto.) Otras personas piensan que cómo es que una ciudad con un tamaño de 2.160 kilómetros de ancho, largo, y alto, pueda estar situada en Israel cuando todo el país no es tan grande como eso, y su altura la coloca fuera de la atmósfera de la tierra.

Si examinamos cuidadosamente Apocalipsis 21 y 22, nos daremos cuenta que Juan en realidad nunca dice que la ciudad se posa sobre la tierra. Solamente se nos dice que él la ve descender del cielo, preparada como una novia. (No que la ciudad ES la novia, sino que así como una novia en su día de bodas está regiamente preparada para verse de lo mejor, así se verá la ciudad.)

Yo no creo que la ciudad jamás se pose sobre la superficie de la tierra, sino que va a estar en una órbita cercana, como un satélite, o quizás como otra luna.

También, si comparamos las descripciones de la Nueva Jerusalén con Jehová-sama, podemos observar varias similitudes, pero también suficientes diferencias como para refutar la noción de que Juan y Ezequiel están describiendo el mismo lugar. Comparemos los datos siguientes:

La Nueva Jerusalén
(Todos los versículos de Apocalipsis)
Jehová-sama
(Todos los versículos de Ezequiel)
12 puertas con los nombres de las tribus de Israel (21:12) 12 puertas con los nombres de las tribus de Israel (48:30)
12 cimientos con los nombres de los 12 Apóstoles (21:14) Los cimientos no se describen
2.160 kilómetros de base y altura (21:16) Dos mil quinientos metros cuadrados (48:30)
Descendiendo del Cielo (21:2) Localizada en Israel en la tierra (40:2)
No hay Templo … Dios y el Cordero son su Templo (21:22) El Templo al norte de la ciudad (40:2)
No hay pecado; nada impuro entrará jamás (21:27) Ofrendas diarias por el pecado en el Templo (45:13-15, 17)
No más muerte (21:4) Aún hay muerte (44:25 también Isaías 65:20)
No hay seres naturales… solamente los purificados (21:27) Hay seres naturales (46:16)

Con la diferenciación de estas dos Santas Ciudades, el aparente conflicto entre la escatología judía y la cristiana queda resuelto. A Israel se le prometió que un día DIOS volvería a la tierra para morar entre ellos para siempre, mientras que a la Iglesia le fue prometido que Jesús vendría a tomarnos al cielo para vivir con Él allí. Ambas promesas de cumplen.

Puesto que Ezequiel específicamente cita las promesa del Señor de morar entre los israelitas para siempre (43:7) para luego describir la nueva Ciudad Santa, mientras que Jesús prometió retornar por la Iglesia para llevarnos a estar con Él (Juan 14:1-3), ellos deben de haber estado hablando de dos destinos distintos. Y así fue. El Cielo es la Nueva Jerusalén en donde nosotros moraremos con el Señor para siempre, mientras que la Santa Ciudad en la Tierra es Jehová-sama, en donde Dios morará en medio de Su pueblo Israel para siempre.

Fuente

  1. Una perspectiva diferente en cuanto a la construcción del templo de Jerusalen, para información.

  2. Ya todo está listo.


    ***************

  3. Cayetano Vignale. says:

    Hermano Isidro, hay una cosa que no me queda clara, entonces el Tempo de Salomon o Tercer Templo no se haria en el actual domo de la roca, es asi o yo interprete mal lo expuesto?

    Otra cosa que no entiendo y no comparto si es como dise aca, aca expresa que en la tierra quedaran los impios en la Era Milenial y yo no veo que eso sea asi ni remotamente.

    Los impios que pasen por la tribulacion seran echados al infierno, no estaran aca, aca en la tierra solo estaran los que sobreviviero o murieron en la tribulacion y no negaron a Cristo dejandose marcar con el numero de la bestia, mas su pueblo espiritual la novia o la iglesia como querramos llamarla estaran en la era milenial en la Jerusalen Celestian que aca esta espectacularmente explicada, exactamente como lo estudie yo, en otra palabra el pueblo carnal estara en al tierra, y el esperitual en al Jerusalen Celestial en el aire como se explica aca.

    Hace años tubimos un cambio de palabras con una hermana justamente por esta interpretacion y aca esta explicado perfecto lo que yo mantenia y postulaba, que era una separacion del pueblo espiritual, y el carnal, uno en la Jerusalen Celestian, en el aire,con cuerpos glorificados y el otro, el carnal sin cuerpos tranformados o glorificados, en el planeta tierra.

    • Saludos hermano Cayetano.

      Pues según el estudio que se ha publicado, el templo no estará en el lugar que todos hemos pensado, sino en otro lugar, pero dentro de Jerusalén.
      En cuanto a los inconversos que hayan quedado vivos después de la tribulación hay un estudio que habla acerca de eso… le dejo el link para que lo revise

      http://noticiasantesdelfin.com/pregrespMILENIO.html

      Hay varios temas que tienen que ver con el milenio.

      Bendiciones.

  4. Hilda montana says:

    Entiendo la disertacion que se hace en este estudio hacerca de la posibilidad de reubicar el tercer templo, pero no me queda claro que si DIOS eligio construir el premero y el segundo en el mismo lugar porque habria de cambiar la ubicacion del tercero. Ademas esta recostruccion tendra que ser en tiempos angustiosos, lo cual podria significar que no estaremos aqui para verlo.Ademas hermanos que tristeza que el Director del Instituto del templo haya muerto la semana pasada en el atentado que sufrio,despues de haber dado la conferencia “Israel vuelve al Templo’. bendiciones,SHALOM.

    • Cayetano Vignale. says:

      Para que Israel vuelva a ser una nacion con territorio,o sea el actual Israel que conosemos fue necesario la muerte de 6.000.000 de judios, esto estaba profetizado miles de años antes.

      Profecia de los huesos secos.

      Ezequiel

      Capítulo 37

      37:1 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
      37:2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
      37:3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
      37:4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
      37:5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
      37:6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
      37:7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
      37:8 Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
      37:9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
      37:10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
      37:11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
      37:12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
      37:13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
      37:14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
      37:15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
      37:16 Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros.
      37:17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano.
      37:18 Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?,
      37:19 diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano.
      37:20 Y los palos sobre que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos,
      37:21 y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra;
      37:22 y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.
      37:23 Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.
      37:24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra.
      37:25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.
      37:26 Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre.
      37:27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
      37:28 Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre.

      Muy posiblemente la muerte de este hombre habra el camino hacia su meta que era la contrucion del tercer Templo, talvez con el tiempo se vea que esta muerte era anunciada y estaba profetizada como paso con la prefecia de LOS HUESOS SECOS.

  5. Hilda montana says:

    Amen hermano Cayetano, seguramente esta muerte tendra un significado profetico que acelere la construccion del tercer templo. Bendiciones.

  6. muy lindo

Leave a Reply