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¿El Apóstol Pedro en Roma? ¿Mito o realidad?
EL APOSTOL PEDRO EN ROMA??? … ¿MITO O REALIDAD?
Hay diez (10) pruebas bíblicas que demuestran que Pedro nunca estuvo en Roma. Busque su Biblia, disponga su corazón y pídale a Dios que le guíe en este estudio.
LA PRIMACIA de la Iglesia Católica Romana depende de una doctrina fundamental: la aseveración de que Pedro fue el fundador y primer Obispo de la Iglesia Romana, así como también el haber muerto como un mártir en esa ciudad.
Según la enseñanza católica, Pedro se trasladó a Roma por el año 42 DC, después de haber sido librado milagrosamente de la cárcel en Jerusalén por el Señor (Hechos 12:6-19). Allí fundó la iglesia de Roma, y luego de trabajar por 25 años seguidos fue llevado a ser crucificado cabeza abajo al pie de la colina del Vaticano [Monte del Vaticinio del antiguo oráculo etrusco] en el año 67 DC.
Algunos de los historiadores católicos afirman que es uno de los eventos que más se pueden probar históricamente. Pero, ¿es así realmente?. Veamos lo que dice la Enciclopedia Católica en el artículo sobre San Pedro:
“… en cuanto a la duración de su actividad Apostólica en la capital romana, la continuidad o no de su residencia allí, los detalles y éxito de sus trabajos, y la cronología de su arribo y de su muerte, todas esas cuestiones son inciertas, y sólo pueden resolverse solamente mediante hipótesis más o menos bien fundadas…”
(fuente: http://ec.aciprensa.com/wiki/Ap%C3%B3stol_San_Pedro#IV._ACTIVIDAD_Y_MUERTE_EN_ROMA.3B_SEPULCRO)
[Nota de Ilzar: Es misterioso el punto de que ellos (los católicos) aseguran de que Pedro estuvo en Roma, pero no saben lo mas importante que fue el “supuesto” trabajo que hizo él ahí, ¿interesante…no?]
El hecho es que muchos autores del segundo siglo DC, entre ellos Justino Mártir, niegan, por su información, el obispado romano de Pedro. Esto es admitido por casi todos los estudiosos – a excepción de los autores católicos conservadores. Pero, aún algo más importante que esto es lo que dicen los registros de la verdadera iglesia de Dios – los escritos del Nuevo Testamento -, los cuales refutan categóricamente la aseveración católica de la primacía de Pedro en Roma.
Ya es hora de que el mundo abra sus ojos a la verdad sobre este asunto – la verdad revelada por la Palabra de Dios.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA
Como se dijo al comienzo, hay diez (10) pruebas bíblicas que contundentemente niegan que Pedro estuvo en Roma desde el tiempo de Claudio hasta Nerón. Estos puntos bíblicos hablan por si mismo y ninguno puede ser utilizado para probar lo contrario. Nota lo que Dios nos dice en su Palabra. La verdad es concluyente.
PRUEBA UNO:
En honor a la verdad, antes de aparecer Pablo en escena, ya que era un celote judío y perseguidor de la iglesia cristiana, los discípulos del Señor se habían limitado a predicarle a los judíos y samaritanos, pero no a los gentiles. Sólo después de la experiencia de Pedro con Cornelio –centurión romano- (Hechos 10), se comenzó la predicación a los gentiles. Luego del Concilio de Jerusalén se hizo más evidente la capacidad natural de Pablo para la predicación a los gentiles, ya que había nacido y educado fuera de Israel y conocía las costumbres e idiomas gentiles. Aparte de lo anteriormente expuesto, Pablo tenía presente lo que el Señor le había comunicado en visión poco después de su conversión: que sería enviado lejos a los gentiles (Hechos 22:21).
Pedro fue comisionado ha convertirse en el ministro principal para los CIRCUNCISOS, no para los no-circuncidados gentiles. Pablo escribe:
“Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión [gentiles], COMO A PEDRO EL DE LA CIRCUNCISIÓN [judíos]” Gálatas 2:7,8
Como se ve, en el más claro de los lenguajes, fue Pablo, NO PEDRO, quien fue comisionado a ser el Apóstol jefe a los gentiles. Y, a propósito, ¿quién fue el que escribió la Epístola a los Romanos? Ciertamente no fue Pedro, sino Pablo. Sigamos con Pablo en Gálatas:
“Y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo [énfasis mío], Cefas [PEDRO] y Juan, que eran considerados como columnas. Nos dieron a mi y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión” Gálatas 2:9
Pablo, en otra Epístola, menciona su cargo especial como Apóstol de los Gentiles:
“Del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles” 2 Timoteo 1:11
¡EN NINGUNA PARTE Pedro es llamado apóstol de los gentiles!. Esto hace que Pedro no vaya a Roma ha convertirse en la cabeza de una comunidad gentil, puesto que se quedó trabajando por su pueblo judío en el territorio de Canaán [erróneamente llamado Palestina por los romanos, en honor a los filisteos –enemigos acérrimos de Israel] y en Babilonia, como veremos más adelante.
PRUEBA DOS:
Pablo le dijo específicamente a los Romanos que EL había sido escogido para ser el Apóstol de ellos, no Pedro.
“Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada, para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo” Romanos 15:16
Pablo tuvo el encargo directo de Jesucristo en este asunto. El además relata en Romanos 15:18, que fue Cristo quien lo había escogido a él para “la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras”
PRUEBA TRES:
Pablo mismo –no Pedro- nos dice que él iba a confirmar oficialmente la iglesia romana:
“Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis CONFIRMADOS” Romanos 1:11
Según el Diccionario de La Lengua Española, una de las acepciones de confirmar es el de asegurar, dar a una persona o cosa mayor firmeza o seguridad.
¡Sorprendente! La iglesia de Roma no tenía establecida aún la verdad completa por los años de 55 o 56 DC, estando Pedro en Roma, según los católicos.
PRUEBA CUATRO:
Encontramos que Pablo no sólo está queriendo confirmar la Iglesia en Roma, sino que él enfáticamente nos dice que su política fue la de NUNCA construir sobre lo que otro hombre había establecido:
“Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno” Romanos 15:20
Si Pedro hubiese “fundado” la Iglesia romana unos diez (10) años antes de esta afirmación, ésta representaría una afrenta a Pedro, puesto que prácticamente la iglesia de Roma era una iglesia con fundamentos muy débiles, prácticamente no establecida, aún y cuando Pedro supuestamente estaba en Roma. La verdad es que ni Pedro ni Pablo fundaron la iglesia de Roma, sino que el mensaje cristiano llegó a esas tierras antes que ellos, por medio de gente judía o gentil cristianizada que se desplazaban libremente a lo largo y ancho del imperio romano, tal como ocurrió con la iglesia de Antioquia, la cual no fue fundada por los apóstoles (ver Hechos11:19,20)
PRUEBA CINCO:
Al final de la carta de Pablo a los Romanos, él saluda a no menos de 28 individuos, pero NUNCA menciona ni una sola vez a Pedro. Lea todo el capítulo 16 del libro de Romanos.
Recuerda, Pablo saludó a toda esa gente en el año 55 o 56 DC. ¿Por qué no mencionó a Pedro? Simplemente porque Pedro no estaba allí.
PRUEBA SEIS:
Unos cuatro años después que Pablo le escribiera a los romanos, fue llevado como prisionero a Roma a fin de ser sometido a juicio ante César. Cuando la comunidad cristiana en Roma supo del arribo de Pablo, todos fueron a saludarlo:
“de donde, oyendo de nosotros los hermanos salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio…” Romanos 15:20
Una vez más, no hay una sola mención de Pedro entre los que estaban en Roma. Esto hubiera sido un hecho importante que reseñar por parte de Lucas –escritor de Hechos de los Apóstoles-, puesto que Lucas siempre menciona por nombre a los Apóstoles importantes en su narración de los Hechos. Pero, el hecho es que no dice nada del encuentro de Pedro con Pablo.
¿Por qué? ¡Porque simplemente Pedro no estaba en Roma!
PRUEBA SIETE:
Cuando Pablo llegó finalmente a Roma, la primera cosa que hizo fue convocar a “los principales de los judíos” Hechos 28:17, a quienes les “declaraba y les testificaba el reino de Dios” (v.23)
Pero lo que es más sorprendente, es que esos líderes judíos ancianos le dijeron a Pablo que ellos sabían muy poco, aún de las enseñanzas básicas de Cristo:
“Entonces ellos les dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella” Romanos 15:21,22
Ahora, ¿qué significa todo esto? Significa que si Pedro, quien era un cristiano judío de lo más elocuente y vehemente, hubiese estado predicando constantemente en Roma por 14 largos años antes de este episodio, y, según, TODAVÍA ESTABA ALLI… ¿Cómo es que estos líderes judíos sabían tan poco del cristianismo, si lo primero que hacían los cristianos judíos era predicar en las sinagogas del lugar?.
PRUEBA OCHO:
Después del rechazo de los líderes judíos, Pablo permaneció en su propia casa alquilada por dos años. Durante ese tiempo el escribió las Epístolas a los Efesios, a los Filipenses, a los Colosenses, a los Hebreos y a Filemón, siempre mencionando a otros que estaban en Roma durante ese periodo, y como cosa curiosa… Pablo NUNCA menciona a Pedro. La razón obvia es que el Apóstol Pedro nunca estuvo allí en Roma.
PRUEBA NUEVE:
Después de pasar dos años encarcelado en su casa alquilada, Pablo fue liberado. Pero cuatro años más tarde (cerca del 65 DC), fue enviado de vuelta a Roma como prisionero. Esta vez él tuvo que comparecer ante el trono de César, para luego ser sentenciado a morir. Pablo describe estas circunstancias casi al detalle en la Segunda Carta a Timoteo. Leemos en el capítulo 4, versículo 16 de ese libro algo muy triste que le ocurrió a Pablo:
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon…”
Esto significa que, de ser cierto la premisa católica de que Pedro estaba en Roma, entonces Pedro abandonó a Pablo, ya que ellos nos dicen que Pedro estuvo muy presente en Roma durante ese periodo. Pedro una vez negó a Cristo, pero eso fue antes de ser confirmado en la verdad por Cristo mismo (Juan 21:15-19). Por eso, creer que Pedro estuvo en Roma es una vez más… ¡insostenible!
PRUEBA DIEZ:
Pablo claramente nos informa que Pedro no estaba en Roma en el 65 DC, cuando él estaba preso. Veamos:
“Sólo Lucas está conmigo ..” 2ª. Timoteo 4:11
La verdad se hace cada vez más clara. PABLO estuvo en Roma; y escribió al menos seis (6) cartas o Epístolas DESDE Roma; y no solo él NUNCA menciona a Pedro, sino que al final tristemente dice: “Sólo Lucas está conmigo”.
¡Pedro, por lo tanto, nunca estuvo en Roma!
Pero… ¿Dónde estaba Pedro?
Cerca del 45 DC, encontramos a Pedro en una prisión en Jerusalén (Hechos 12:3,4). En el año 49 DC, él estaba todavía en Jerusalén. Esta vez asistiendo al primer concilio de la iglesia naciente (Hechos 15), el cual lo presidía Jacobo, no Pedro, como supuestamente se esperaría (ver versículos 13,19, Gálatas 2:9)).
Cerca del 51 DC, Pedro estaba en Antioquia donde Pablo le recriminó el hecho de incurrir en hipocresía, llegando al punto de no comer con los gentiles cuando los judíos cristianos estaban cerca. Es extraño que el “obispo Romano” no tuviera nada que ver con los gentiles el año 51 DC.
Más tarde en el 66 DC, lo encontramos en la región de Babilonia o Mesopotamia entre los judíos de allá (I Pedro 5:13). Es conveniente recordar que Pedro era el Apóstol de los circuncidados. Pero ¿Por qué estaba en la región de Babilonia?.
Porque la historia enseña que luego de la deportación de los judíos del reino de Judá (2ª Reyes 25:8-21), en el año 547 AC, por parte del rey Nabucodonosor, se constituyó una comunidad muy grande de judíos en Mesopotamia. Cuando, setenta años después, pero ahora bajo el mandato persa, se le permitió a los judíos regresar a su tierra, sólo menos del 10% de la población retornó al territorio de Judá. Esto equivale a afirmar que para la época de los apóstoles, la comunidad judía de Babilonia era más numerosa y de igual importancia que la comunidad de Judá. Fue tanta la importancia ejercida por los judíos babilónicos que crearon una de las más grandes obras del judaísmo: El Talmud Babilónico (entre el tercer y sexto siglo DC).
El día de Pentecostés (50 días después de la Pascua judía), se encontraban en Jerusalén, judíos de diversas procedencias. Veamos: “Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en MESOPOTAMIA, en Judea, en Capadocia…” Hechos 2:9.
Así que no es de extrañar el hecho de que a Pedro lo encontremos en el Oriente. Quizás sea ésta la razón por la que los estudiosos digan que los escritos de Pedro tienen un fuerte sabor arameo –el tipo de dialecto arameo hablado en Babilonia. Cuando los judíos regresaron a la tierra de Israel a finales de la década de 1940 y principio de la de 1950, había muchos judíos, llamados “Bavli”, provenientes de Irak, quienes podían trazar sus ancestros hasta el Exilio Babilónico de tiempos de Nabucodonosor.
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¿Por qué permanecieron los judíos allí tanto tiempo?; porque durante el dominio de los babilonios, luego los persas, y después los otomanos, respetaron las costumbres y religión hebrea, convirtiéndose en refugio, especialmente durante la época del arrase y genocidio de las Cruzadas católicas en Tierra Santa –el verdadero cristianismo no enseña eso.
No obstante, los doctores católicos y muchos protestantes igualmente, insisten obstinadamente en afirmar que la Babilonia mencionada en 1 Pedro 5:13 se refiere a Roma, por lo del significado de “confusión” y por lo de la ciudad alegorizada en Apocalipsis 17. Recordemos que el libro del Apocalipsis se escribió después de morir Pablo y Pedro, por lo que aplicar a Roma la Babilonia en 1ª Pedro 5:13 es una extrapolación temeraria, sino absurda.
Como se puede inferir, la Biblia es clara en afirmar que Pedro no se encontraba en Roma, sino que estuvo en otra parte. La evidencia es abundante y concluyente.
Al prestarle atención a las Santas Escrituras de Dios, nadie necesita ser engañado. ¡Pedro NUNCA fue obispo de Roma, ni tampoco estuvo allí!… o será que Pedro fue un mal cristiano que evitó todo contacto con Pablo en Roma, abandonándolo a su suerte, producto del resquemor y la envidia, por haber sido tildado de hipócrita por Pablo delante los gentiles en Antioquia (Gálatas2:11-21).
Lo más sensato es lo primero: San Pedro nunca estuvo en Roma. Así dice Jehová. Punto.
GRACIAS!