El Cometa C/2012 S1 ISON anunciado para ser el gran espectáculo del siglo, a fin de este año, ahora se encuentra a unos 424 millones de kilómetros de la Tierra, equivalentes a 2,8 veces la distancia entre el Sol y nuestro planeta (UA).

ISON fue visto por primera vez cuando viajaba a 585 millones millas de distancia, en septiembre de 2012 por astrónomos rusos del equipo de radar ISON,  hoy continúa acercándose en una posición tras el Sol, por lo que no será visible hasta fines de agosto. Mientras tanto el cometa está en plena transformación tras cruzar la línea de hielo.

A 3 UA se encuentra esta “línea de hielo”, desde donde es suficientemente fresco como para que el agua se congele a tal punto que se pueden formar los cometas, los cuales se componen de hielo y polvo.  

Los cometas creados dentro del Sistema Solar, se forman más allá de esta línea de hielo y permanecen fuera, lejos de nuestro planeta Tierra y sin acercarse al Sol. Sin embargo hay otros cometas que nacen fuera del Sistema Solar, en un frío lugar que los astrónomos llaman la nube de Oort, el cual se extiende desde más lejos al planeta Neptuno (30 UA) hacia el ambiente interestelar. Estos comentas suelen ser atraídos por el Sol, por lo que hacen una larga travesía de miles de años antes de llegar su perihelio, el punto más cercano en torno a nuestra estrella.

El Cometa ISON  viene de esta nube de Oort y la NASA cree que se formó hace unos 10 mil años. El viaje  que éste cometa hace ingresando al Sistema Solar sería el primero.

Mientras ISON se acerca a Marte, ubicado a unos 230 millones de kilómetros del Sol  no se observa directamente con los telescopios de la Tierra pues se encuentra casi directamente detrás del Sol. Desde junio está oculto y saldrá a la vista terrestre a fines de agosto.

A medida que se acerca a nuestra estrella la NASA destaca que el cometa puede descomponerse y desaparecer. “El viaje de un cometa a través del sistema solar es peligroso y violento. Una eyección gigante de material solar podría rasgar su cola fuera”.

“Antes de llegar a Marte la radiación del Sol comienza a hervir el agua, el primer paso para que el cometa se rompa. Si sobrevive a todo esto, la intensa radiación y la presión, ya que vuela cerca de la superficie del Sol podrían destruirlo por completo”, agrega la NASA.

Esto fue lo que pasó con el Cometa Elenin a mediados de 2011, dejando a todos los terrestres sin poder ver su grandiosa cola iluminar los cielos.

En agosto, cuando reaparezca el cometa ISON podrá ser seguido por los telescopios terrestres. Se verá muy luminoso.

En septiembre se podrá ver en la madrugada del hemisferio sur, con prismáticos.

Entre el 17 de septiembre y 15 de octubre la NASA lanzará un balón con un telescopio de 2,6 metros  que podrá investigar a ISON desde unos 23 kilómetros de altura, lejos de la atmósfera, sin obstáculos de la atmósfera.

Esta será una investigación a cargo del proyecto Balíon Respuesta Rápida para ISON o BRRISON. Lo lanzará el grupo Scientific Balloon Flight Facility de la NASA  desde  Nuevo México. El propósito será medir la  proporción de dióxido de carbono para las emisiones de agua del cometa.

“Esta proporción será de un diagnóstico vital de los orígenes del cometa. Estas emisiones son bloqueadas por la atmósfera de la Tierra y no pueden ser medidos desde el suelo”.

El 1 octubre, el rover Curiosity, que se encuentra en la superficie de Marte, tendrá su mejor vista y acercamiento desde el planeta rojo.

El 10 de octubre ISON será visible desde los telescopios HI2 del Observatorio de Relaciones Terrestres y Solares de la NASA, STEREO- A. Estará a unas 94 millones de millas del Sol.

El telescopio de Hubble, que administra la NASA y ESA continuará todo el tiempo sacando fotos del cometa.

A fines de noviembre, El Observatorio de rayos X de Chandra de la NASA observará al cometa para estudiar las partículas que fluyen lejos del Sol y el viento solar.

El 19 de noviembre será la máxima aproximación de ISON a Mercurio, y en ese entonces será observado por el telescopio de la nave Messanger que orbita al planeta.

Una vez que el cometa pasa Mercurio, estará en la parte más peligrosa de su viaje. La intensa radiación del sol hace que el material se evapore rápidamente de la cometa. Por otra parte la propia presión de las partículas solares en el cometa puede hacer que se rompa. Un montón de espacio y de telescopios terrestres tendrá que ver el cometa, ya que hace su tirachinas alrededor del sol.

El 21 de noviembre el cometa será observado por los telescopios Coronografos de STEREO, los telescopios de SOHO y SDO de la NASA.

“Se va a ver el cometa durante unas horas alrededor pasar por su perihelio. Las imágenes de SDO deberían ser lo suficientemente detalladas para recopilar información acerca de cómo el cometa se comporta a través de la radiación y la presión de la atmósfera del sol”.

El 28 de noviembre se espera que el cometa alcance la distancia de unas 730 mil millas. Si sobrevive podrá cumplir realmente con ser  seguramente el Cometa del Siglo.

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