CON RESPECTO A LA UNCIÓN DE NUESTRAS CASAS CON ACEITE:

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El Señor nos instruye a ungir nuestros hogares y tierras como una señal de que entregamos todo lo que somos y todo lo que tenemos a nuestro Señor Jesucristo. No hay ningún procedimiento o un aceite específico para ungir su hogar. Usted no necesita un pastor, sacerdote, obispo, Papa, nadie de su iglesia, un santo o a la Virgen María para bendecir su aceite, o su casa. Sólo el Espíritu Santo puede hacer eso. No pretendemos faltarle el respeto a nadie, pero es hora de despertar y afrontar la verdad sobre el error de poner nuestra fe y confianza en personas y cosas que no sean nuestro Señor Jesús. Esto es entre usted y Jesucristo, nadie más. Es unasunto del corazón. El aceite es un signo externo de un compromiso interno: que una vez más, usted está dedicando su vida para servir, creer y agradar a Cristo, y que usted dedica todas sus posesiones y todo lo que usted es, a Él.
El aceite por sí solo no tiene ningún poder. Tampoco lo tiene nada más (velas, agua “bendita”, amuletos, rosarios, anillos, estatuas, cuadros etc.). El poder viene solamente del Espíritu Santo. Y Él sólo puede proteger sus posesiones si usted y su casa están completamente entregados a Cristo ÚNICAMENTE. El Señor no comparte Su Gloria, y es un Dios muy celoso.
El Señor conoce nuestros corazones. Nadie lo engaña. Será inútil cubrir toda su casa y posesiones con aceite si dentro de usted, o dentro de su hogar, hay conflictos, falta de perdón, adulterio, blasfemia, violencia, envidia, pecado sexual, objetos ocultos, pornografía, pecado oculto, idolatría, ídolos o cualquier falta de respeto ante el Señor. Recuerde la historia de Acán, en la Biblia.
El aceite en sí mismo no es una barrera mágica contra nada. Por favor entiendan esto. El Señor está tratando de salvar almas, primera y principalmente, no posesiones. Él quiere que tu corazón sea ungido primero.
Lo opuesto también es cierto: sólo porque su hogar no esté ungido con aceite no significa que usted no estará protegido, siempre y cuando su alma y su corazón estén atados al Señor.
El aceite es un signo visible y externo de un de compromiso interno, de una genuina dedicación de usted y su familia, a servir al Señor Jesús. La unción de su hogar tiene que concordar con la unción de su corazón. De lo contrario, es inútil.
Puede utilizar aceite de oliva puro (de la tienda de supermercado o de salud) y oren sobre él, confesando al Señor Jesucristo que usted dedica todo a Él. Puede leer un pasaje de la Biblia, como el Salmo 91 y luego poner aceite alrededor de los marcos de las puertas, como lo hicieron los hebreos en Egipto. El aceite es un símbolo del Espíritu Santo y la Sangre de Cristo cubriendo su vida y su hogar. Pero, una vez más, la unción real tiene que ser la que está en su corazón. Debe asegurarse de eso primero.
Reclamen las promesas y precedentes de protección que se encuentran en la Biblia, para aquéllos que aman al Señor.
El Señor prometió a Abraham que los justos y los impíos no morirían juntos. La misma promesa se aplica a nosotros si atamos nuestras almas, conducta y corazón a nuestro Señor y Maestro: Jesucristo.
(Nota: esta publicación no tiene como intención faltarle el respeto a nadie. Definitivamente no es una invitación a una discusión entre hermanos y hermanas de diferentes religiones para que empiecen a argumentar entre sí. Éste no es el momento para eso. Es simplemente una aclaración y una llamada a despertar, para TODOS nosotros- seamos católicos, evangélicos, protestantes, ó de cualquier otra fe-para que entendamos que SOLAMENTE nuestro Señor Jesús tiene el Poder para protegernos, y para que entendamos que podemos pedirle que lo haga directamente, no a través de alguna otra persona o a través de cualquier otra cosa. TODOS tenemos que entender ésto. De ésto se trata el mensaje: De clamar y venir al Señor Jesús como nuestro ÚNICO Y EXCLUSIVO medio de Salvación y Protección). Dios los cuide.

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