Los incidentes de ataques acústicos “sin precedentes” sufridos por diplomáticos estadounidenses en Cuba habrían sido más extensos y les habrían causado más daño a sus víctimas de lo que hasta ahora se había reportado, de acuerdo a diversas fuentes oficiales.

Durante los últimos meses de 2016 y los primeros de 2017, diplomáticos estadounidenses asignados a la embajada de Washington en Cuba comenzaron a sufrir inusuales padecimientos de salud. Cuando estos hechos comenzaron a ser revelados públicamente, en agosto de este año, se mencionó que algunos de los efectos reportados en los diplomáticos afectados fueron severa pérdida de audición, náusea, dolor de cabeza y síntomas usualmente vinculados a concusiones (un traumatismo craneoencefálico leve), según informó en su momento la televisora CNN.

Diplomáticos canadienses en Cuba también habrían sufrido problemas similares.

Más

La causa, se dijo, era extraña: ataques con un dispositivo acústico que emite en frecuencias inaudibles para los seres humanos, peor de potencia capaz de provocar fuertes afectaciones.

Aún no se ha clarificado el autor de esas agresiones, y se afirmó que el FBI y las autoridades cubanas colaboran para esclarecer los hechos.  El propio secretario de Estado, Rex Tillerson, indicó que varios diplomáticos enfrentaron “ataques a su salud” y, de acuerdo a la televisora CBS, algunos debieron incluso suspender su misión en Cuba y volver a Estados Unidos. Varios de ellos recibieron atención médica en la Universidad de Miami.

El gobierno de Cuba, en su momento, negó tajantemente tener que ver con esos ataques y añadió que jamás permitiría que terceras entidades usaran su territorio para agredir a personal diplomático o a sus familias. Con todo, Estados Unidos expulsó a dos diplomáticos cubanos a principios de 2017 en el contexto de esos “ataques acústicos”, de acuerdo a la radio NPR.

Pero nuevas revelaciones han señalado que la magnitud de esos ataques acústicos (lanzados desde el exterior y quizá dentro de las propias viviendas) y la gravedad de las lesiones sufridas por los diplomáticos eran mucho mayores de lo que inicialmente se informó, tanto por la cantidad de afectados como por el alcance de los daños físicos sufridos.

CNN indicó que más de 10 diplomáticos estadounidenses y familiares fueron atendidos médicamente por lesiones vinculadas a esos ataques sónicos y al menos dos padecen daño de largo plazo. Otros reportes añaden que al menos cinco diplomáticos canadienses y sus familiares habrían también sido afectados.

Y de acuerdo a un nuevo reporte de la televisora CBS, los expedientes médicos de varios de los diplomáticos afectados por esos ataques acústicos muestran severas lesiones: algunos de los diagnósticos fueron daño cerebral moderado, daño del sistema nervioso y pérdida de audición. Y se reitera además que, al parecer, los dispositivos acústicos que habrían producido esos daños fueron activados contra las casas de los diplomáticos afectados, por lo que algunos de sus familiares también padecieron sus efectos.

De acuerdo al portal Martí Noticias, la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, afirmó que “no hemos visto este tipo de actividad suceder con anterioridad en ninguna otra parte”.

“Podemos confirmar que 16 miembros de la comunidad de la embajada han sufrido algún tipo de síntoma, y han sido tratados en Cuba y EEUU”, precisó. Entre ellos habría tanto empleados como familiares de empleados del cuerpo diplomático estadounidense en La Habana.