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“EL ABRAZO DE LA VIDA” Aporte de María Elena
viernes, 1 de marzo de 2013
EL ABRAZO DE LA VIDA
La imagen de estos dos bebés documenta un hecho real:
Las gemelas Brielle y Kyrie Jackson nacieron 12 semanas antes de lo previsto en una maternidad de Massachussets. Para reducir el riesgo de infecciones, en los hospitales se acostumbra colocar a los mellizos prematuros en incubadoras separadas, así que eso hicieron con las recién nacidas.
Kyrie que pesó 990 gramos al nacer, empezó a subir de peso rápidamente y durmió tranquila desde los primeros días. En cambio Brielle pesó 80
gramos menos que su hermana no tuvo la misma suerte: presentaba problemas respiratorios y de ritmo cardíaco, baja concentración de oxígeno en la sangre y apenas ganaba peso.
Repentinamente Brielle entró en fase crítica y comenzó a jadear, y tanto el rostro como los brazos y piernas se tornaron de un gris azulado…
Peor aún, se aceleró su latido cardíaco y las previsiones eran de fallecimiento inminente. La enfermera Gayle Kasparian hacía cuanto podía por reanimarla: le despejó las vías respiratorias y le suministró más oxígeno a la incubadora, pero la bebé seguía muy agitada, con un grado de oxigenación muy bajo y una frecuencia cardíaca peligrosamente alta.
La enfermera Gayle recordó entonces algo que había leído en Internet acerca de la práctica ordinaria en ciertos países de Europa, práctica que consistía en colocar juntos a los bebés recién nacidos de un parto múltiple, principalmente si eran prematuros. Aunque la medida se apartaba de las normas del hospital, resultó que la jefa de enfermeras se había ausentado para asistir a una conferencia, así que Dile decidió que debía correr el riesgo.
Pidió permiso a los asustados padres para poner a las niñas juntas en la incubadora y ellos accedieron.
En cuanto lo hizo, Brielle se acurrucó junto a su hermana y se calmó en el acto. En cuestión de minutos la oxigenación de su sangre alcanzó el grado más alto desde que llegó al mundo y mientras dormía, ya con sus constantes estabilizadas, su hermana le pasó un brazo por encima de su cuerpo, “protegiéndola”.
Ambos bebés sobrevivieron, y hoy en dia ambas hermanas crecen juntas y llenas de salud.
El hospital, por cierto, cambió sus normas después de ver el efecto que produce el estar juntos dos recién nacidos.
(Visto en http://sobrecuriosidades.com/2009/04/24/el-misterioso-vinculo-que-une-a-los-gemelos/)
Que hermoso testimonio. Me dieron ganas de llorar al pensar como se sentiria la bebe enfermita al lado de su hermana. Gracias a Dios por ellas.
Hermoso, más allá del conocimiento humano. Gloria y alabanzas a nuestro Dios
Ante todo debo agadeser a la hermana Maria que posteo algo tan de buena honda como dirian los jovenes de hoy.
Mas es un realidad comprobada, los gemelos se necesitan para vivir y sobrevivir, es algo mas que un mito, es como una simbiosis, y lo digo pues mi esposa tiene hermanas que son gemelas y lo veo a esto, a pesar de todas las diferencia dentre ellas, simpre se buscan y cuado estan juntas estan mejor, aclaro, no es la gemela mi esposa, sino sus hermanas.
Mis hermanos, esa linda historia de las gemelas, esta preciosa. Me hizo recordar la de mi madre, ya que soy hija de una gemela, y puedo decir, que tanto mi madre como su hermana, eran inseparables…… Nunca vimos disgusto entre ellas, se amaban mucho, y se buscaban siempre, aun mi mama teniendo a su esposo (mi padre) quien también se fue con Jesús. Cuando mi mama falleció (a su 52 años) mi tía no dejaba de llorar. Nunca había visto un sufrimiento tan grande como el de mi tía, que ni aun nosotros sus hijos, llorábamos tanto como ella, aun amando a nuestra inolvidable y buena madre. Hoy en día, me siento feliz en saber que ni la muerte las pudo separar ya que están vivas, en la presencia del Señor. !Aleluya!
Aleluya!!!!!!!!!!!!
Que precioso testimonio y que bueno que la enfermera hizo eso. Dios bendiga grandemente a estas gemelitas y a su familia.
que cositas mas curiosas no tienen conocimiento a un y refleja el apoyo que debemos tener los unos por los otros enseñandonos el señor el apoyo mutuo ,hermosisimo testimonio de vida, solidarios ante alguna dificultad con nuestros semejantes.