En marzo se conocía la noticia de un meteorito que parecía venir directo hacia nosotros. Hoy ha llegado el día, aunque no se dará ninguna catástrofe. Se trata del asteroide 52768 (1998 OR2), un objeto de entre 1,8 y 4,1 kilómetros de diámetro que pasará a 6,3 millones de kilómetros de la Tierra, unas 16 veces la distancia entre nuestro planeta y la Luna. Según los cálculos realizados por la NASA, el momento de mayor cercanía se dará sobre el mediodía.

1998 OR2 fue descubierto en 1998, de ahí su nombre, desde el Observatorio de Haleakala en Hawái. Desde entonces los astrónomos siguen su trayectoria con gran precisión y han realizado cálculos de su órbita, que tarda en completar en casi 1.345 días, hasta el año 2197. Por ello se sabe que el paso de hoy no será la única ni la última vez que el visitante se acerque. Ni siquiera la ocasión en la que lo haga más próximo a la Tierra.

El 16 de abril del año 2079, el asteroide cruzará el espacio a 1,77 millones de kilómetros de nosotros y el mismo día, pero del año 2127, lo hará a 2,5 millones de kilómetros. Esto supone unas 4,6 y 6,5 veces la distancia entre la Luna y la Tierra respectivamente.

En el momento de su hallazgo, la NASA calificó el objeto como potencialmente peligroso. Que un cuerpo reciba esta categorización quiere decir que puede pasar a menos de 0,05 unidades astronómicas -unos 7,5 millones de kilómetros- de la Tierra y que su diámetro es superior a los 140 metros. 1998 OR2 cumple los requisitos a la perfección. De hecho, su tamaño es de los mayores registrados con esa etiqueta.

Pero que 1998 OR2 se encuentre dentro de esta lista no quiere decir que suponga un peligro inminente. Los asteroides que encajan dentro de esta categoría se definen en función de su potencial para hacer acercamientos amenazantes a la Tierra. Y tener el potencial para hacer algo no es lo mismo que hacerlo. Hasta el ministro de Ciencia e Innovación Pedro Duque se pronunció al respecto en su cuenta de Twitter donde dejó claro que no habría problema de colisión.

Desde el Observatorio de Arecibo (Puerto Rico) tampoco se mostraban muy preocupados hace unos días mientras realizaban observaciones del asteroide. Las imágenes tomadas de 1998 OR2 revelaban una curiosa forma como si llevara una mascarilla , imagen con la que se compararon los propios trabajadores que también portaban las suyas propias.

Según informa la web astronomynow.com, aunque no resultará visible a simple vista, su gran tamaño sí permitirá que alcance el brillo suficiente para presenciar su paso con ayuda de unos buenos prismáticos o un pequeño telescopio. Para ello habrá que dirigir los aparatos hacia la constelación de la Hidra, que mostrará su forma de zigzag en el sur de la bóveda celeste.