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EL MISTERIO DEL CICLO DE DESASTRES ECONÓMICOS DE 7 AÑOS:Aporte Hna Norma, M.
Aunque parezca increíble, hay mucha gente que está convencida de que el año próximo, 2015, viviremos otra gran crisis económica.
¿En qué se basan para creer esto?
Bien, lo que exponemos en este artículo es un tema realmente controvertido.
Algunos lo considerarán algo interesante, otros lo considerarán algo curioso y otros directamente lo considerarán una completa tontería supersticiosa (nota: nosotros nos inclinamos por esta opción).
Que cada uno decida por si mismo y según sus propios criterios, nosotros solo exponemos la información que corre por ahí y no la juzgamos.
Pero como mínimo es un hecho curioso y por eso lo exponemos.
Hay muchas teorías acerca de los ciclos económicos que vive la economía, y ahora parece ser que está en boga, al menos en algunos círculos no oficiales, una que sostiene que la economía vive momentos de zozobra cada 7 años, especialmente a nivel financiero y bursátil.
Según esta teoría, el próximo año 2015 viviremos algún tipo de desastre económico.
¿Pero hay alguna base para creer que la economía vive momentos de crisis cada 7 años?
Hagamos un breve repaso.
Si miramos hacia atrás en el tiempo, la más reciente crisis financiera que hemos vivido, fue la de 2008, cuando Lehman Brothers quebró, la bolsa se estrelló y gran parte del mundo y especialmente EEUU y algunos países de Europa, se hundieron en la peor recesión desde la Gran Depresión de 1929.
Antes de 2008, la última vez que el mercado de valores experimentó una importante disminución de esta naturaleza fue durante el estallido de la burbuja puntocom, siete años antes, aproximadamente, en el año 2001.
Siete años antes, en 1994, los inversores experimentaron el peor mercado de bonos de su vida.
Así es como la Agencia Reuters recuerda esa “carnicería”…
La masacre del mercado de bonos de 1994 es recordado con terror por los que lo vivieron. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 30 años subieron alrededor de 200 puntos básicos en los primeros nueve meses del año, martilleando a los inversores y a las empresas financieras, por no hablar de empujar a México a la crisis y al condado de Orange a la bancarrota
Si retrocedemos 7 años más, llegamos a 1987.
Cualquier persona que viviera esa época recuerda el llamado como “Lunes Negro” y la horrible caída de la bolsa que se produjo.
Si nos remontamos a 7 años antes de ese lunes negro, nos encontramos con lo acontecido a principios de 1980.
En 1980, la crisis S&L estaba floreciendo y todo el mundo hablaba de la llamada “stagflation”, que se vivía bajo la presidencia de Jimmy Carter en EEUU. La Reserva Federal elevó las tasas de interés drásticamente para combatir la inflación y eso ayudó a precipitar la profunda recesión que se experimentó a principios de la primera presidencia de Ronald Reagan.
Siete años antes de 1980, en 1973, se produjo el embargo petrolero árabe, que provocó el inicio de una recesión que duró hasta finales del año 1975.
Aquellos que sostienen como cierta esta teoría, afirman que el patrón se remonta hasta la Gran Depresión. Muchos señalan correctamente que la caída de la bolsa que inició esa depresión, se produjo en 1929, pero en realidad el peor año para el mercado de valores durante la Gran Depresión fue 1931. Y 1931 encaja perfectamente en el ciclo.
Así que tenemos este modelo de choques económicos que ocurren aproximadamente cada siete años.
Pero hay un elemento adicional a este ciclo que le añade un punto de picante (o de superstición fanática, según el punto de vista) y que tiene que ver con la Biblia y en concreto con el Antiguo Testamento.
Jonathan Cahn, un rabino con teorías bastante controvertidas (por no decir enloquecidas), sostiene que este ciclo de siete años también coincide, con el “ciclo Shemitah” de siete años que encontramos en la Biblia.
Para aquellos que no están familiarizados con estos temas, durante el año Shemitah el pueblo de Israel recibió la orden divina de dejar descansar su tierra durante un año completo. También se supone que es el momento de liberarse de deudas.
Pero la mayor parte del pueblo de Israel no respetó el año Shemitah, y en la Biblia se menciona que ésta fue una de las razones por las que los israelitas fueron exiliados a Babilonia durante setenta años.
Bien, pues el año Shemitah siempre comienza en otoño, y el próximo año Shemitah va a comenzar alrededor del próximo mes a partir de ahora.
¿Veremos suceder cosas con el inicio de este año Shemitah que se parezcan a cosas acaecidas en años Shemitah pasados?
Por ejemplo, el 17 de septiembre de 2001 asistimos al mayor desplome de la bolsa en un solo día, en la historia de los Estados Unidos hasta ese momento. Ocurrió el 29 de Elul en el calendario judío, que es el día justo antes de Rosh Hashaná.
Ese récord se mantuvo durante siete años, hasta que se produjo la masiva caída de la bolsa, del 29 de septiembre de 2008; esa fecha también se correspondía con el 29 de Elul en el calendario judío, el día justo antes de Rosh Hashaná.
¿Se repetirá el patrón en 2015?
Pues bien, el 29 de Elul cae en domingo en 2015, por lo que el mercado de valores estará cerrado. Pero es muy interesante observar que habrá un eclipse solar ese día.
Y como Jonathan Cahn afirmó recientemente en una entrevista a WND, eclipses solares similares en el pasado han precedido grandes desastres financieros…
En 1931, un eclipse solar tuvo lugar el 12 de septiembre, al final de un año “Shemitah”. Ocho días más tarde, Inglaterra abandonó el patrón oro, lo que desencadenó caídas de los mercados y la quiebra de bancos en todo el mundo. También marcó el comienzo de la mayor caída porcentual de mercado de un mes de valores en la historia de Wall Street.
En 1987, se produjo un eclipse solar el 23 de septiembre, de nuevo al final de un año “Shemitah”. Menos de 30 días más tarde se produjo el “Lunes Negro” la mayor caída porcentual en la historia de Wall Street.
Cahn se muestra prudente al respecto: “En el pasado, esto marcó el comienzo de los peores colapsos de la historia de Wall Street. ¿Qué va a traer esta vez? Una vez más, como antes, el fenómeno no tiene que manifestarse de forma exacta y matemática. Pero es prudente tomar nota de ello”
Posiblemente, todo lo expuesto aquí no sean más que una sarta de estupideces sin sentido de carácter pseudo-religioso y fanático.
Nos inclinamos claramente por este punto de vista.
No obstante, no deja de ser curioso que haya gente que tenga en cuenta estos temas y mantenga estos puntos de vista.
Y esto nos hace preguntarnos, ¿hasta qué punto puede haber gente con cierto poder que crea en cosas como las aquí expuestas?
Y de ser así, ¿qué consecuencias para el resto de nosotros tendrían sus creencias y supersticiones?