Estimados hermanos y hermanas.

Doy gracias a Dios por haber encontrado este sitio tan especial, ocasionalmente he escrito, pero leo sus comentarios y las publicaciones, aprovecho para agradecer a Puerto Madero, por su esfuerzo y amor a Dios.

Yo soy evangélica hace pocos años (6), 35 años de mi vida siendo católica, pero por la MISERICORDIA de Dios, me llamó “de tinieblas a luz”, e intento seguirlo con mis defectos y fortalezas, pero ahora sé que sólo mi amado Jesús es quien me fortalece y protege, ya no lucho con mis fuerza porque tengo pocas, Él es quien va por mí.

Hace 7 años me cambie de casa y un vecino (niño) me hablo de que vendría un terremoto y que juntara cosas, me invito a mí y mi madre a su iglesia, al comienzo no creía en nada y criticaba todo, no creí en la profecía que Dios había dado, luego y por iniciativa de mi madre comenzamos a guardar agua y alimentos, cuando ocurrió el terremoto el 27 de febrero, nada nos faltó.

Gracias a Dios que nos preparó no sólo físicamente, sino, lo más importante, nuestros corazones, nuestra alma con su gran amor y misericordia, le he dado gracias a Dios porque nos sacó de la antigua casa que si bien no sufrió grandes daños, el sector en la cual está fue muy afectado.

En marzo del 2010 después de la gran sacudida me senté en el living de mi hogar y sentí muy fuerte dentro de mí una “sensación” o voz, de verdad no sé cómo llamarlo, que lo ocurrido no era todo y venía algo más fuerte, a los meses siguientes comencé a escuchar la confirmación a través de sus Atalayas, he aprendido a estar más tranquila, a juntar lo que más puedo, se ríen de mí, algunos parientes, por juntar nuevamente agua, pero ahora, sé que aunque me cuesta Dios tiene en todo un propósito mayor. A quien puedo, con sutileza le sugiero juntar agua y víveres.

Algo que no puedo dejar de agradecer a este sitio es que aquí he aprendido de lo significa el rapto o arrebatamiento y aunque veo a mi alrededor todo tán tranquilo, tan “normal”, sé que cuando menos lo esperemos va a venir mi Amado Jesús, no sé si me iré con El, pero me estoy esforzando, no es fácil estar en el mundo, pero miro hacia unos años atrás y veo mi vida tan diferente, que escribiendo esto me emociono, porque ahora veo que tiene un objetivo, una meta real y verdadera por la que luchar cada día y cada momento, porque sin el amor de Dios, sin su protección y aliento una milésima de segundo, me pierdo.

Deseo contarles que hace más de 9 años atrás tuve dos sueños “especiales” (en ese momento no significaron nada para mí, pero nunca los olvide) el primero fue el siguiente:

Estaba con mi madre y mi hermana en un paseo en la playa estábamos en la costanera mirando el mar, cuando lentamente el agua comenzó a retroceder, miro al cielo y veo que las nubes comienzan a formar palabras, frente a mí y pude leer con gran claridad: CUIDADO CON EL —– DE DICIEMBRE,

luego el agua comenzó a subir y corrimos hacia la cabaña que estaba en el bosque a mayor altura, mi cuñado comenzó a echar andar el auto para arrancar y me preocupe de que mi hija también subiera, en ese momento desperté. Por mucho tiempo olvide éste sueño pero hace unos años lo recordé y no he podido recordar la fecha, sé que estaba pero por más que lo intento no la recuerdo. Me sorprendí cuando el jueves 15 de diciembre, mi madre que está de viaje, me llamó y me comentó que tuvo un sueño en el cual estaba con mi hermana y que miraba hacia el cielo y veía nubes que formaban algo así como palabras pero que el viento se las llevaba muy rápido,

finalmente pudo leer una palabra formada por las nubes: DICIEMBRE y despertó. Mi madre, mi hija (aunque está apartada y por ello me emociona mucho leer lo que comenta el hermano Cayetano y otras hermanas) y yo somos las únicas que estamos en éste maravilloso camino, (somos 5 hermanos).

Finalmente deseo contarles el segundo sueño que tuve hace ya muchos años: Soñé que moría y que llegaba a un lugar en el cual veía algunas personas y una puerta hermosa cerrada, irradiaba mucha luz, una hermosa luz por el contorno de la puerta, pregunte si podía pasar y me dijeron que no, que allí estaba Jesús. Me advirtieron que no volviera a la tierra, pero mi inquietud y preocupación por mi madre y mi hija fueron mayor y me lance a un espacio muy oscuro, como un túnel, cuando salí de él, camine por un bosque y ví a mi madre y mi hija que estaban llorando pero acompañadas con el resto de la familia, ellos no me veían ni escuchaban, pero una hermana si pudo escucharme y le pedí que les dijera que yo estaba bien.

Luego comenzó a oscurecer y vi en el cielo algo así como tres planetas, alineados los vi muy claro y le dije a mi hermana que esa era la señal definitiva que indicaba que tenía que marcharme y que se cuidaran. Luego desperté. Desde que conocí más de cerca a Jesús anhelo y espero que cuando tenga que irme esa puerta que vi cerrada, se abra para mí y para muchos que permanecen en oscuridad, no es fácil hablar de Jesús a las personas, pero lo intento.

Me atreví a participar porque en el sueño de la hermana Marcia también menciona diciembre. Sólo sé que Dios es el Seños del tiempo y del espacio que es importantísimo obedecerle y preparar nuestras vidas, nuestros corazones para lo que sea que venga y cuando sea. Sé que su voluntad es perfecta, que cuesta aceptarla pero que es nuestro Padre que nos cuida y nos proteger, a pesar de nuestras propias faltas. Un saludo en el amor de Dios a todos y aunque no escribo habitualmente, leo y doy Gracias a DIOS porque están.

Pilar.

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