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“Mensaje”. Aporte Hna. Yaitza G.
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Mi amada hermana que la paz del Señor Jesucristo sea con usted! Le quiero compartir una experiencia que tuve hace dos dias. Estando yo en comunión en mi mente con el Señor de momento sentí la presencia del Señor poderosamente, tanto que sentía que quemaba mi ser. Sentía como un fuego abrasador que llegaba hasta los huesos.
Tuve que postrarme, pues la gloria del Señor me quemaba. Entonces comenze a ver en visión ángeles, muchos ángeles entrando en mi hogar. Yo solo oraba y adoraba en el espiritu y comencé a cantar y a escuchar que otros cantaban conmigo un cantico que no lo puedo recordar. Entonces veo frente a mi un ser que sus vestiduras eran luz y puso algo sobre mi cabeza (yo temblaba mucho y seguía sintiendo el fuego que llegaba hasta mis huesos). Y lo que puso sobre mi cabeza fue un manto de luz blanquisimo que me cubrió toda hasta los pies y entonces el Señor me habló estas palabras:
Te cubro bajo mi manto para que no te toque lo que viene. VIENE JUICIO, VIENE JUICIO, VIENE JUICIO.
Mira y LIMPIARE, LIMPIARE Y LIMPIARE. Y recogeré a la débil, la abatida, la desolada, la que no han querido ayudar, la desechada. Recogeré mi remanente como la gallina recoge sus polluelos bajo sus alas. Asi mismo YO abrigo y cubro a los que son MÍOS. Los que han negado sus propias vidas para agradarme a MÍ. No temas amada mía YO te arropo debajo de MI MANTO y te escondo bajo MIS ALAS mientras pasa el quebranto. No temas, levantate y reúne a los que son MÍOS y YO los dirigire. Apercibidos, orando, velando y ayunando. Cenando conmigo los quiero. No me dejen esperando, aprende a conectarte conmigo en medio de todo pues cenaré y hablaré contigo y sentiras MI FUEGO en tu interior y así sabrás que YO hablo contigo. Sigue caminando no temas, no te angusties que YO te cubro bajo MI MANTO.
“Aprende a conectarte conmigo en medio de todo”, que increible justo hoy en la mañana escribía acerca de la reconexion que experimenta un nuevo nacido en Cristo.
Esto es lo que escribía, como devocional:
El amor que es Dios es incondicional, inmerecido. No es el pago por ser buena persona, Dios no necesita encontrar algo bueno en el ser humano para así hallar una causa justa por la cual amarle. El amor que es Dios es vida en si mismo, es como el sol que ilumina y da energia a aquello inerte. Cuando Dios fija su mirada en una persona, este ilumina sobre su vida, cambiando todo lo que está muerto en algo vivo.
No hay razones por las cuales Dios se humille para voltear su mirada hacia el hombre, es un acto misericordioso de su buena y clemente voluntad. El hombre no tiene nada para dar por sí mismo, ni si quiera tiene el poder para albergar vida que fluya como manantiales que puedan saciar la sed de otros.
Dios es poderoso para reutilizar todo lo que está en estado de descomposicion. El ser humano, sin ser procesado por Dios, es solo un componente inerte de la naturaleza de vida y verdad, heredada de la imagen divina. Ningun ser humano es apto para servir activamente a los propositos de Dios en la condicion natural que se encuentra. No es que el bien de Dios se encuentre en la buena voluntad de los seres humanos, el bien no proviene del hombre es una consecuencia directa de estar conectados en consciencia a la justicia de Dios. No existen medidas verdades, ni medias obras, una obra de buena voluntad es una que lo es enteramente sin poder hallar algo en ella recriminable, ante los ojos del Creador. El ser humano al ser una tierra contaminada y en descomposicion no puede producir frutos limpios.
El bien y el mal conviven en la mente del ser humano, como dos plantas sembradas en el corazón, solo estas reaccionan cuando reciben energía del sol. El sol es el amor que es Dios, quien puede avivar la raíz del bien del hombre; el orgullo y egoismo son el alimento de la raiz del mal incentivados y avivados también por agentes exteriores, entiendase el reino de satanas.
Aunque el bien y el mal conviven en la mente del ser humano, no así la capacidad de alcanzar el bien. Dios puede mover a misericordia el corazón de los impíos, porque aunque el hombre muerto espiritualmente no puede acercarse a Dios para alcanzar el bien, el Espiritu Santo puede persuadir el corazon de los hombres al bien. Esta es la razón por el cual el mundo no se encuentra sumido en total oscuridad, así como el diablo opera en el mundo para incentivar la maldad del hombre, el Espiritu Santo opera en el mundo para mover el corazon de los hombres a misericordia. Y esta influencia del Espiritu Santo en el mundo, depende directamente del poder y el dominio de la iglesia de Cristo, sobre las esferas espirituales de toda la humanidad. Cuando la iglesia ora, hay paz en el mundo, cuando la iglesia deja de orar, las tinieblas ganan terreno en la tierra. Pablo mandaba a orar fervientemente por las autoridades puestas por Dios, para que “pudieramos vivir reposadamente”. Es claro que la iglesia tiene las llaves para atar, y desatar, tanto en el cielo como en la tierra.
El hijo de Dios, el que se le ha reconectado espiritualmente a la consciencia de Dios, puede alcanzar el bien. En este, la mente de Dios penetra en lo profundo de los pensamientos del corazon, para dividir todos aquellos impulsos que ensucian el verdadero sentido del bien que produce frutos limpios. La mente de Dios toma lugar en el hijo de Dios, cuando la palabra de Dios entra en el corazón. La palabra de Dios es poderosa, y le muestra al ser humano en su consciencia cual es la verdad acerca de todo, destruye argumentos falaces, instruye en el sentido de justicia que gobierna los negocios del reino de los cielos.
El pecado, la mentira, la duda, y los argumentos, son como maleza que bloquea la luz de Dios que toca el corazón y guia el hombre hacia la justicia. La diferencia del nacido de nuevo con el muerto espiritualmente, es que en el nacido de nuevo, la luz de Dios está en el mismo ser humano, en su naturaleza espiritual, y esa llama crece cuando es alimentada con la palabra de Dios.
El hombre solo brilla, cuando su llama está encendida. Esta llama es su espiritu, su yo interior, y este yo interior está vivo cuando está avivado por la palabra de Dios. Nuestro yo interior, está conectado al corazón de Dios, enseñandonos justicia. Aunque solo leyendo la palabra podriamos ser luces capaces, asi como en el mundo hay un maligno que incentiva el mal, en los hijos de Dios está el Espiritu Santo de Dios que incentiva, motiva e impulsa, persuade y redarguye el corazon de los hijos de Dios al bien.
Hijo de Dios, solo es aquel que es nacido de nuevo en espiritu y agua. Solo estos conocen la justicia de Dios, aman la justicia de Dios y ejercen la justicia de Dios; todo esto a través de la consciencia espiritual renacida, que es impulsada por la palabra de Dios que la alimenta, e incentivado y motivado el corazon del hombre por el Espiritu Santo de Dios que persuade.
Las repercusiones de una consciencia renacida son tan profundas e insondables como lo es la infinidad de Dios. Solo podemos conocer que adoptamos la justicia de Dios en nuestra propia naturaleza, solo al tener nuestra mente directamente conectada a la mente de Dios por la consciencia espiritual que ha sido abierta.
Bueno, ese es el devocional. Y cuando meditaba, tenía presente en mi mente mucho esa palabra “Conectado a Dios”. No tiene citas, pero lo que escribí ahí es porque lo reflexionaba de la palabra. Solo coloco el devocional para que entiendan lo que queria decir, veo que en Dios no hay casualidades!