La Habana. Casi 5.000 personas permanecen evacuadas en La Habana (Cuba) tras el intenso tornado que tomó por sorpresa a la capital cubana, donde dejó cuatro muertos, 195 heridos y más de 1.900 viviendas dañadas.
Unos 4.780 damnificados están alojados en casas de familiares y 164 se encuentran en centros estatales de acogida, según datos oficiales publicados este miércoles en el diario estatal Granma.
►Oscuridad completa y destrucción: Cuba es devastada por un inusual tornado | FOTOS
►La destrucción que dejó el paso de un inusual tornado por La Habana | FOTOS
Más de 70 lesionados reciben todavía tratamiento en hospitales habaneros, 8 de ellos en estado delicado y cuatro muy graves, aunque estables.
Del reporte inicial de 1.238 hogares dañados por el tornado, que el pasado domingo desató vientos de hasta 300 kilómetros por hora en cinco distritos de la capital cubana, el recuento se ha elevado a más de 1.900 casas afectadas.
Hasta el momento en los municipios habaneros de Regla, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Diez de Octubre y Habanadel Este se registran 579 derrumbes totales, entre caídas de paredes y techos.
La pérdida de estas edificaciones, muchas de ellas en buen estado antes del tornado, agudiza la delicada situación de la vivienda en Cuba, donde existe un déficit de casi un millón de hogares.
Diez de Octubre, una de las áreas más golpeadas por el tornado, está entre los municipios más poblados de La Habana, que a su vez es la región con mayor densidad de población en la isla (11,1 millones de habitantes).
Tres días después del tornado, el primero que ha visto La Habanaen 80 años, continúa la limpieza de escombros, coches y postes arrastrados hasta las calles, donde hay desplegados cientos de soldados de las Fuerzas Armadas cubanas, movilizados por el Gobierno para ayudar en el saneamiento de vías.
Decenas de voluntarios asisten también a los damnificados que tratan de salvar ladrillos y trozos de madera que puedan servir en la reconstrucción de sus casas.
Hasta el momento, más de 136.000 personas permanecen sin electricidad, de casi medio millón que quedaron sin el servicio el domingo, de acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles.
Unos 22.500 habaneros reciben agua en camiones cisterna debido a las roturas de las tuberías conductoras y aún quedan por solucionar 12.834 interrupciones del servicio telefónico.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en reuniones diarias con su Consejo de Ministros ha pedido que se agilicen las gestiones estatales para apoyar la recuperación de viviendas y pidió “sensibilidad” a los funcionarios encargados de buscar soluciones al desastre.
“Una sociedad organizada, una economía planificada, un gobierno socialista, siempre tendrán reservas para que nadie quede desamparado”, escribió este miércoles Díaz-Canel en su cuenta oficial de Twitter.
En redes sociales, cubanos de dentro y fuera de la isla elogian la respuesta del Estado ante la tragedia, mientras que otros criticaron duramente la decisión de realizar un día después, como estaba previsto, el tradicional desfile masivo en tributo al Héroe Nacional José, a pocos kilómetros de la zona de desastre.
“Marchar por Martí es marchar por Cuba. También por las víctimas del tornado. De la Escalinata (de la Universidad de La Habana) bajamos con nuestros ánimos más dispuestos y más unidos, para que los barrios golpeados puedan reconstruirse con la colaboración de todos”, respondió el mandatario, también en Twitter.
Varios internautas, entre ellos prominentes artistas, han instado al Estado cubano a que levante o disminuya los impuestos aduaneros a las ayudas que envíen donantes privados.
El Gobierno solicitó que los donativos se lleven a centros estatales y, en el caso de aportes en metálico, pidió que se depositen en la cuenta bancaria establecida para el 500 aniversario de La Habana, especificando que el dinero se destina a los damnificados por el tornado.
Sin embargo, muchos prefieren entregar la ayuda de manera personal para tener la seguridad de que su aporte llega a quien más lo necesite.
Varias instituciones culturales y negocios particulares organizan colectas y eventos benéficos para recaudar fondos, ropa, zapatos y alimentos imperecederos para los afectados.