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Olvídense del calentamiento global: ¡Estamos a un paso de la extinción!
Sott.net
Mar, 20 Mar 2007 14:37 CDT
Comúnmente, algunas de las más importantes noticias provienen de diarios locales, historias que no siguen la cadena de los cables de noticias o de los grandes diarios o de las redes de noticias nocturnas. Podrían ser noticias que a primera vista no parecieran tener un impacto nacional o internacional. Un segundo vistazo, y una buena memoria, pueden revelar que el impacto podría bien ser significativo.
El otro día un lector nos envió un link a un artículo que encontró en otro sitio de noticias alternativas: Malas noticias – nos hemos pasado de la fecha de nuestra extinción.
Desde que hemos seguido la misma historia cuando salió a la luz por primera vez, pensamos “¡Sí! ¡Recuerdo!”. Después de todo, con todo lo que se habla del calentamiento global, sirvió para recordar a los lectores que los niveles de CO2 causados por el hombre no es la causa de todo lo que está pasando en el mundo hoy en día.
Mas tarde, tuvimos una conversación aquí en la central de SOTT, acerca de este artículo y como se relaciona con un libro que actualmente nos estamos pasando: The Cycle of Cosmic Catastrophes: Flood, Fire, and Famine in the History of Civilization [“Los Ciclos de catástrofes cósmicas: Sangre, fuego y hambre en la historia de civilización], por Richard Firestone, Allen West y Simon Warwick-Smith. El libro trata sobre el “Evento” que tuvo lugar hace unos 12,000 años y que se recuerda en mitos y varias leyendas como La Caída de Atlántida o el Diluvio de Noé.
Platón describe la destrucción que ocurrió en un día y una noche, y la Biblia recopila historias de lluvias torrenciales y una inmensa inundación en la cual la mayoría de la vida en la Tierra desapareció. También existe una gran cantidad de literatura Nativa Americana acerca de incendios cataclismos globales, seguidos por inundaciones y lluvias mortales. Al menos cincuenta culturas diferentes alrededor del mundo han descrito versiones de esta historia, y el físico Firestone, en conjunto con sus co-autores geólogos, han realizado este libro, basado en cuantiosa evidencia científica, describiendo una cadena cósmica de eventos que ellos creen culminó con la catástrofe global de hace 12,000 años. Ellos creen que el Evento fue disparado por una cercana Supernova que tuvo lugar hace 41,000 años.
Los lectores frecuentes de SOTT están familiarizados con mi sitio web de Cassiopaea y el experimento de comunicación superluminal que comencé por el año 1992 y que finalmente dió sus frutos en 1994, el día en que fragmentos del Cometa Shoemaker Levy comenzó a impactar sobre el planeta Júpiter. Resulta divertídamente sincrónico saber que uno de los temas recurrentes en la información Casiopea es la destrucción planetaria, causada por un grupo cometario que posee un ciclo a través del sistema solar de 3,600 años, como consecuencia de la órbita de la Compañera Gemela de nuestro Sol, un Sol Gemelo más pequeño y oscuro.Tal como sucede, Firestone, West y Warwick-Smith, también hablan acerca de un bombardeo de la Tierra por, literalmente, miles de asteroides, cometas u otros desechos, aunque lo atribuyen a la supernova que aconteció hace unos 28 o 29 mil años antes; ese es el tiempo que le tomó a la supernova (junto con los desechos que golpeó en la nube de Oort) llegar a la Tierra.
Con la idea de que existe un ciclo de Bombardeos Cometarios, naturalmente hemos estado alerta del hecho que en los últimos años hemos notado un incremento notable de evidencia, la cual apunta a que esta teoría sería la correcta. La evidencia incluye el fantástico incremento del número de “lunas” de Júpiter que han sido recientemente descubiertas, así como también el incremento en la frecuencia de los cometas en los últimos años, en conjunto con el asombroso número de meteoritos y bolas de fuego ingresando en la atmósfera y cayendo sobre la Tierra. En algunos casos, estos eventos han causado daño a personas y a propiedades, incluyendo muertes en un caso reciente que ya comentaremos…
De todas maneras, para volver a nuestra conversación acerca de la humanidad pasándose de la “fecha de extinción”, he dicho que, cualquiera con ojos y orejas y un poco de conocimiento científico, puede ver a su alrededor y darse cuenta que algo “está pasando”. Está en las noticias todos los días, solo tienes que buscar (o leer SOTT: nosotros hacemos la búsqueda por ti). El problema es, por supuesto, que las masas están tan distraídas por las preocupaciones de todos los días (muchas de las cuales son muy preocupantes, especialmente la amenaza de guerra nuclear por parte de G.W. Bush y los Siocons), que la mayoría no tiene idea que probablemente no tiene que preocuparse por el calentamiento global. (Que diga que la gente no debería preocuparse por el calentamiento global, no quiere decir que no tengan que ¡¡¡preocuparse!!!). La evidencia que poseemos hoy en día nos ayuda a darnos cuenta que la historia de Noé no tiene nada de mágica. La Biblia nos dice que Dios le dijo a Noé que algo pasaba, algo se acercaba, y que debía construir un arca y que ello le permitiría a él y a su familia sobrevivir. Pero obviamente, hoy por hoy, realmente no necesitamos a Dios para que nos diga que algo desagradable se aproxima.
Luego, por supuesto, me di cuenta que fueron los Casiopeos que me habían dicho acerca de este ciclo de desastres cometarios. Pensé por un momento y dije, “bueno, parcialmente”. He escrito sobre todo esto en mi libro “El Síndrome de Noé” en 1985, mucho antes de que los C’s se dieran a conocer. (Este libro nunca fue publicado, pero mucho de él ha sido incorporado en “La Historia Secreta”). En aquel entonces había partido de una pregunta puramente metafísica: “¿Sucederá algún día el fin del mundo como lo describe la Biblia?, y si es así, ¿que significa?”. Fue esa pregunta la que me llevó a un profundo estudio de la Biblia, la cual me llevo a la conclusión de que la destrucción descrita en el libro de la Revelación fue casi idéntica a lo descrito en la historia del Éxodo, así que pasara lo que pasó, fue predicho que sucedería nuevamente. No fue hasta que leí Worlds in Collision de Velikovsky, que entendí que esa debía ser la forma correcta de encarar la cuestión del bombardeo de la Tierra por rocas y bólidos del espacio. Velikovsky lo atribuyó a un errante planeta Venus que ingresó a la carrera en nuestro sistema solar, tal cual como Firestone lo atribuye a la Supernova de hace 41,000 años. Aunque, el racimo de Cometas Cíclicos, explicado mediante la relación con un Sol Compañero, encaja mejor con toda la información, aunque una supernova bien podría ser la “recién llegada” al sistema solar. Leer a Velikovsky cambió el gusto de mi investigación desde lo metafísico hacia lo científico, y el resultado fue “El Síndrome de Noé”. En cualquier caso, lo que está perfectamente claro es que la historia de Noé y la historia de la Atlántida son apócrifas: muchos pequeños grupos de personas sobrevivieron al suceso de hace 12,000 años, aquí y allí, y muchos pudieron haber sobrevivido porque sabían que algo se venía, leyeron las señales. Luego, en sus historias y leyendas sus descendentes describieron la supervivencia gracias a la intervención de sus particulares deidades, con el objetivo de darle a esa deidad más autoridad. El fondo de la cuestión es: cualquiera puede ser un Noé hoy en día, si están informados y prestan especial atención a lo que está sucediendo.
Volviendo al artículo que comenzó la discusión: Malas Noticias – Nos hemos pasado de nuestra “fecha de extinción”:
Algunos dicen que el mundo terminará en llamas, otros dicen helado, escribió Robert Frost. Pero cualquiera que sea nuestro destino, ya está retrasado.
Luego de analizar la erradicación de millones de especies antiguas, los científicos han encontrado que una extinción en masa sucederá en cualquier momento.Su investigación ha mostrado que cada 62 millones de años, más o menos 3 millones de años, las criaturas son borradas de la superficie del planeta en cantidades masivas. Lo que es peor, los científicos no tienen idea del porqué.
“No hay duda acerca de la existencia de este ciclo de extinciones en masa cada 62 millones de años. Es muy, muy claro por el análisis de los restos fósiles”, según el Profesor James Kirchner, de la Universidad de California. “Desafortunadamente, estamos totalmente perdidos acerca de su causa”.
Esta parte del artículo es un tanto insincera. Es bien sabido que existen otras extinciones mayores y que ¡el ciclo no SÓLO es cada 62 millones de años!. También existen fuertes señales de un ciclo de extinción cada 26 millones de años. Los diferentes números estimativos sobre las mayores extinciones masivas de los últimos 540 millones de años, se deben principalmente a la elección del investigador individual en llamar “mayor” a un evento de extinción, así como también, el conjunto de informaciones que selecciona como mediciones determinantes […]. Así entonces, la información acerca del ciclo de 62 millones de años proviene principalmente de evidencia sobre restos Fósiles Marinos.
El informe, publicado en la última revista Nature, fue realizado por el Profesor Richard Muller y Robert Rohde también del campus Berkeley. Han estudiado las desapariciones de miles de especies marinas (cuyos fósiles se conservan mejor que las especies terrestres) de los últimos 500 millones de años
Sus resultados fueron completamente inesperados. Se supo que las extinciones en masa han ocurrido en el pasado. Durante la extinción del período Permiano, hace 250 millones de años, más del 70 por ciento de todas las especies fueron eliminadas. Pero la mayor parte de la investigación sugirió que ésto estuvo relacionado a colisiones de asteroides u otros eventos aleatorios.
Pero Muller y Rohde descubrieron que, lejos de ser impredecible, las extinciones masivas ocurren cada 62 millones de años, un patrón que es “shockeante e imponente”, de acuerdo a Kirchner.
¿Pero que cosa es la responsable? Aquí, los investigadores están en problemas. Han considerado el paso del sistema solar, a través de nubes de gas que permean la galaxia. Estas nubes podrían disparar desastres climáticos. Sin embargo, no se conoce ningún mecanismo para explicar porque el pasaje podría ocurrir cada 62 millones de años.
Alternativamente, el Sol podría poseer una estrella compañera aún no descubierta. La cual podría acercarse al Sol cada 62 millones de años, movilizando cometas fuera del sistema solar y propulsándolos hacia la Tierra. Tal compañera del Sol nunca ha sido observada, sin embargo, y en cualquier caso una órbita tan extensa sería inestable, dijo Muller. O quizás algún tipo de ciclo geofísico interno, dispara una actividad volcánica masiva cada 62 millones de años, dijeron Muller y Rohde. Como consecuencia, cenizas rodearían el planeta llevándolo a un brusco descenso de las temperaturas que congelarían a la mayoría de las criaturas hasta la muerte.
Desafortunadamente, los científicos no conocen de tal ciclo geológico. “Hemos intentado todo lo que podíamos para encontrar una explicación a estos extraños ciclos de biodiversidad y extinción” dijo Muller. “Hasta ahora hemos fallado. Y sí, estamos cerca de uno pronto, pero todavía no entraría en pánico”.
Bueno, tienen un problema, ¿no es cierto?. Piensan que se viene y, basado en leyendas antiguas, sucede muy rápido y casi sin aviso.
Las clásicas “Cinco Grandes” extinciones masivas identificadas por Raup y Sepkoski en 1982 (interesantemente, en la misma época en la que yo había comenzado a preguntar por el Fin del Mundo, como se profetizaba en las Revelaciones, culminando en el “Síndrome de Noé” ¡en 1985!) son aceptadas extensamente como las más significativas. Ellas son:
El período Ordovícico (alrededor de 438 millones de años atrás) – 100 familias extintas. Más de la mitad de las especies de Briozoarios y Braquiópodos extintas.
78 millones de años después:
El período Devoniano (360 millones de años) – 30% de las familias animales extintas.
106 millones de años después:
Al final del período Permiano (245m de años) – Los Trilobitos se extinguieron. También el 50% de las familias animales, 95% de todas las especies marinas, y especies de árboles.
37 millones de años después:
El período Triásico (208m de años) – 35% de todas las familias animales murieron. La gran mayoría de las familias de dinosaurios se extinguieron y también la mayor parte de los Sinápsidos (a excepción de los mamíferos).
143 millones de años después:
En el Cretáceo-Terciario (K-T) (alrededor de 65m de años) – cerca de la mitad de todas las formas de vida perecieron, incluyendo a los dinosaurios, pterosaurios, plesiosaurios, mosasauros, moluscos fósiles, grandes familias de peces, almejas, caracoles, esponjas, y muchas otras.
Como se puede observar arriba, utilizar el número de “62 millones de años” y construir una teoría de ello resulta un tanto equivocado
A Raup y Spkoski se los menciona como quienes identificaron los “Cinco Grandes”, pero la verdad es que Sepkoski, paleontólogo de la Universidad de Chicago, actualmente sugirió que la extinción de los dinosaurios hace 65m de años ¡¡fue parte de un ciclo de 26 millones de años!! Sin embargo, me gustaría mencionar que si se multiplica el número 26 llegamos a resultados interesantes: 3×26 es 78, que es el momento entre las extinciones de los períodos Ordovícico y Devoniano; 4×26 es 104 que está bastante cerca de los 106 millones de la extinción entre los períodos Devoniano y Permiano; y 5×26 es 130m, que (cuando se manejan esta clase de números) está lo suficientemente cerca de la distancia entre el Triásico y el Cretáceo-Terciario. Entonces, quizás hay algo en esto de los 26 millones de años después de todo, solo que cada “retorno” ha tenido efectos diversos, basados en muchas otras variables del sistema solar. La estrella compañera con una órbita de 26m de años podría ser más estable, ya que Muller ha sugerido que una orbita de 62m de años es demasiado grande para ser estable.
Si postulamos la orbita de 26 millones de años de la estrella compañera, utilizando las Cinco Grandes Extinciones como punto de partida, encontraríamos que debió haber habido un retorno hace unos 39 millones de años, y luego otro hace 13 millones de años, lo que nos pondría en la mitad de camino de la orbita de la estrella compañera. Pregunta: ¿es esta mitad de camino aproximada al afelio o al perihelio? Donde quiera que esté el hipotético Gemelo del Sol en estos momentos, lo que sabemos es que existen otros eventos de extinción de gran magnitud que parecen tener poco que ver con el ciclo de 62m de años. Otra cuestión que es un hecho, es que los eventos de extinción ocurren mucho más frecuentemente de lo que el público en general sabe. Y sí, estamos pasados de uno. Dejando un poco de lado los disparadores de extinciones masivas, veamos como algunas extinciones pueden ocurrir:
De todas las formas que los científicos han propuesto, aquí hay algunas de las principales. Conceptualmente existen 4:
1. Congelamiento (Bola de Nieve)
2. Estado de ebullición (Efecto Invernadero)
3. Caída de un meteorito (Impacto)
4. Cubierto con cenizas y Lava (Erupción volcánica gigante)Es importante remarcar que los puntos 3 y 4 son escencialmente formas que explican los puntos 1 y 2, aunque el congelamiento y el estado de ebullición son todavía teorías por derecho propio, mientras estemos involucrados en círculos viciosos en que calentamos más la tierra, a medida que más gases sean producidos (al menos en teoría).
Ahora todo esto está muy bien pero, ¿cómo es que estos efectos físicos causan extinciones masivas (sólo puntos 1 y 2)? La respuesta mas simple es el clima. Todas las especies vivientes en la Tierra hoy en día y presumiblemente en el pasado están adaptadas a cierto rango de condiciones. En la misma forma que si repentinamente nos llevaran al Polo Norte y esperando vivir allí por un año con un vestido de lana sin mangas y una barra de cereal, seguramente moriríamos.
Es el mismo caso de un evento de extinción, en que esencialmente las zonas climáticas se moverían alrededor del globo (así que el ejemplo de ser puestos en el polo norte, no es tan extraño como pensaríamos), y los ecosistemas estarían privados de luz y nutrientes. Como resultado, las plantas y animales fuera de equilibrio con su entorno, no sólo causarían la muerte de individuos, sino de especies enteras. Con la muerte de especies se abriría un hueco en la cadena alimenticia, e incluso, los animales adaptados al nuevo clima, se encontrarían sin alimento y morirían, y así sucesivamente…
PROBLEMAS DE EXTINCIÓN EN UN EXTRAÑO ECOSISTEMA
Si consideraramos el ejemplo de nosotros en el Polo Norte, pero esta vez con una caja llena de barras Mars, asumiendo que no hemos muerto de frío en el primer día, lentamente nos iríamos acostumbrando al mismo, quizás encontraríamos algún refugio, pero tan pronto como nos quedásemos sin las barras, y a menos que encontremos una fuente alternativa de alimento moriríamos de hambre. Para crear un ecosistema más dinámico, permítanos asumir que fuésemos una fuente de alimento, como por ejemplo, para un oso polar; ahora, si hemos muerto, ¿que comería el oso polar?.
Desafortunadamente, mi ejemplo se cae, porque nadie creería que sin comer barras Mars irán a reproducirse descontroladamente. Sin embargo, en nuestro ecosistema de barras Mars y en el Polo Norte, con nosotros y los osos polares, asumamos que encontramos refugio y ropa extra, con lo que el frío ya no controla nuestro número, y encontramos la receta e ingredientes para las barras. En ese caso, serían los osos polares quienes controlen nuestro número ya que serían nuestros depredadores directos. Si el oso polar fuera borrado, nuestro número dejaría de ser controlado y nuestra población crecería durante muchas generaciones, hasta que eventualmente no podríamos suplirnos de barras o quizás nos hubiéramos comido todas las existentes en el mundo. Esto causaría una gran desastre para la población, o quizás la extinción de la raza humana (o al menos aquellos dependientes de las barras). Este simple ejemplo abstracto ayuda a ilustrar el punto en el que todos los niveles de la cadena alimenticia necesitan estar en su lugar, de lo contrario habría inestabilidad en todas las otras poblaciones.
La descripción de arriba, acerca de como el calentamiento global o enfriamiento pueden causar extinciones masivas, es inteligente, pero no toma en cuenta la creatividad de los seres humanos. Ciertamente, podría haber una masiva reducción de la población humana como consecuencia del calentamiento global o enfriamiento, pero sería improbable producir una extinción masiva como las que hemos evidenciado en el pasado. Déjenme hacer una cita del libro La historia secreta:
En los años 40, el Dr. Frank C. Hibben, Prof. De Arqueología de la Universidad de Nuevo México, comandó una expedición a Alaska para buscar vestigios humanos. No encontró restos; encontró millas y millas de lodo congelado apiñado con Mamuts, mastodontes, y varios tipos de bisontes, caballos, lobos, osos y leones. Los miembros de la expedición observaron con horror, mientras las excavadoras empujaban el lodo semi derretido en cintas transportadoras usadas para la extracción de oro. Grandes colmillos y huesos rodaban frente a las palas. Los cadáveres fueron encontrados en actitudes de muerte repentina, la mayoría “hechos pedazos a causa de algún disturbio catastrófico inexplicable.” .”[Hibben, Frank, The Lost Americans (New York: Thomas & Crowell Co. 1946)]
La evidencia de violencia en las muertes de estas masas de animales, combinado con el hedor de la carne podrida fue casi insoportable de ver y de considerar qué lo habría causado. El campo de muerte se extendía literalmente por cientos de millas en todas direcciones. Había árboles y animales, capas de musgo retorcido y enmarañado como si alguna máquina Cósmica lo hubiera absorbido todo hace 12,000 años y luego congelados instantaneamente dentro de una masa sólida. [Sanderson, Ivan T., “Riddle of the Frozen Giants”, Saturday Evening Post, No. 39, Enero 16, 1960.]
Al norte de Siberia, islas enteras están formadas de huesos de animales del Pleistoceno barriendo hacia el norte desde el continente hasta el congelado océano ártico. Una estimación sugiere que 10 millones de animales están sepultados a lo largo de los ríos al norte de Siberia. Miles de miles de colmillos crearon un masivo mercado del marfil en China, todos extraídos de mamuts y mastodontes de Siberia. El famoso Mamut de Beresovka llamó la atención por sus propiedades de conservación al haberse congelado rápidamente y encontrándose hierbas en el interior de su boca.
¿Qué clase de terrible evento se llevó las vidas de millones de criaturas en un solo día? La evidencia sugiere un enorme tsunami atravesando tierras, tumbando animales y vegetación, para finalmente ser rápidamente congelados por los próximos 12,000 años. Pero la extinción no solo fue limitada al Ártico, aunque son los lugares más fríos los que han conservado las pruebas hasta nuestro tiempo.
El Paleontólogo George G. Simpson, considera que la extinción del Caballo del Pleistoceno en norteamérica, ha sido uno de los episodios más misteriosos en la historia de zoología, confesando que “nadie sabe la respuesta”. También es lo suficientemente honesto para admitir que ese es el gran problema de la extinción de muchas otras especies en América al mismo tiempo. [Simpson, George G., Horses, New York: Oxford University Press) 1961]. El caballo, tortugas gigantes que vivían en el caribe, el perezoso gigante, el tigre de dientes de sable, el gliptodonte y el toxodón. Todos estos eran animales tropicales. Estas criaturas no murieron a causa de “la escalada gradual” de una era de hielo, “a menos que uno pueda postular temperaturas congelantes a través del Ecuador, lo que sería algo muy improbable” [Martin, P. S. &; Guilday, J. E., “Bestiary for Pleistocene Biologists“, Extinción Pleistocena, Universidad de Yale, 1967]
Masivas pilas de huesos de mastodontes y de tigres dientes de sable fueron descubiertos en Florida. Mastodontes, Toxodones, perezosos gigantes y otros fueron encontrados en Venezuela frizados instantáneamente en glaciares montañosos. Rinocerontes lanudos, armadillos y castores gigantes, jaguares gigantes, antílopes y cientos de otras especies fueron totalmente borradas al mismo tiempo, al final del Pleistoceno, aproximadamente 12,000 años atrás.
Este evento fue global. El mamut de Siberia desapareció al mismo tiempo que el rinoceronte gigante de Europa. Es obvio que la causa de estas extinciones ha sido común para ambos hemisferios y que no fue gradual. Una “glaciación dispareja” no hubiera causado extinciones, porque los animales simplemente hubiesen migrado a otros lugares más aptos. Lo que vemos aquí es un evento de sorpresiva violencia descontrolada. [Leonard, R. Cedric, Apéndice A en “A Geological Study of the Mid-Atlantic Ridge” – Bethany: Cowen Publishing 1979)].
En otras palabras, hace 12,000 años, en una época que hemos vivido y que volverá a suceder una y otra vez, algo terrible pasó, tan terrible que la vida en la Tierra fue casi eliminada en un solo día.
Harold P. Lippman, admite que la magnitud de los fósiles y colmillos encajonados en los hielos Siberianos, presentan una “dificultad insuperable a la teoría del Uniformitarianismo, ya que ningún proceso gradual puede resultar en la preservación de cientos de miles de colmillos y de cuerpos enteros, incluso si han muerto en invierno” [Lippman, Harold E., “Frozen Mammoths“, Geología Física, (New York 1969)]. Esto es verdad especialmente cuando muchos de estos cuerpos poseían grasas y hojas no digeridas en sus estómagos.
El Geólogo del Pleistoceno William R. Farrand del Observatorio Geológico Lamont-Doherty, quien se opone al catastrofismo en cualquiera de sus formas, dice: “La muerte repentina se evidencia en la robusta condición de los animales y en sus estómagos llenos… los animales eran robustos y saludables cuando murieron.” [Farrand, William R., “Frozen Mammoths and Modern Geology“, Science, Vol.133, No. 3455, Marzo 17, 1961]. Desafortunadamente, y a pesar de su admisión, este pobre hombre parece ser incapaz de enfrentar la realidad de una catástrofe global representada por lo millones de huesos depositados en todo el planeta justo sobre el final del Pleistoceno. Hibben resume toda la situación en una sola frase: “El período de Pleistoceno culminó con muertes. Esta no fue una extinción ordinaria de un vago período geológico, que fracasó para un fin incierto. Esta muerte fue catastrófica e incluyó a todos.”
La conclusion es, nuevamente, que el final de la Era de Hielo, la extinción del Pleistoceno, el final del Paleolítico superior, etc, y el final del “reino de los dioses”, todo tuvo un desenlace global y catastrófico hace 12,000 años. [La Historia Secreta del Mundo].
Este es el evento que Firestone, West y Warwick-Smith discuten en su libro, The Cycle of Cosmic Catastrophes: Flood, Fire, and Famine in the History of Civilization, mencionado más arriba.
Pero si los hechos mencionados son el resultado de tal catástrofe, ¿cómo se habría visto? Lo siguiente está resumido y adaptado, capítulo 11 del libro de Firestone, West, and Warwick-Smith’:
Comenzó con meteoritos cayendo como gotas de lluvia, algunos aquí y otros allá. Quizás algunos golpearon el Sol provocando grandes llamaradas solares. Las llamaradas solares provocan coloridas auroras incluso durante el cielo de día. Luego el día de los cometas llegó. De horizonte a horizonte, creciendo segundo a segundo, entraron en la atmósfera, brillando más que el sol.
Recalentado a inmensas temperatures en su paso a través de la atmósfera, el conjunto letal explotó en miles de pedazos del tamaño de montañas y en nubes de polvo helado. Las piezas más pequeñas explotaron en la atmósfera, creando múltiples detonaciones que pintaron el cielo de rojo y naranja.
Luego el cometa más grande golpeó la estela de hielo abarcando parte del hemisferio norte, en lo que ahora es la Bahía de Hudson. Otros cometas golpearon en el Lago de Michigan, Canadá, Siberia y Europa. Luego, la Tierra fue sacudida por oleadas de impactos, agitándola violentamente durante diez minutos de gran estremecimiento. Fisuras se abrieron, árboles cayeron, y ríos desaparecieron dentro de la Tierra agrietada.
A segundos del impacto, la onda expansiva de aire supercaliente se expandió a más de 1000 millas por hora, atravesando la tierra, arrancando árboles del suelo por los aires, movilizando rocas de las montañas, quemando plantas, animales y también humanos en su camino. Los únicos sobrevivientes son aquellos sumergidos bajo tierra o agua.
A través de la parte superior de Norte América y Europa, la inmensa energía de los impactos sopló una serie de burbujas superpuestas, gigantes, empujadas hacia la atmósfera para crear un vacío dentro. Cuando las burbujas pasaron, la presión del aire cayó haciéndose difícil respirar. Detrás de la expansión de las burbujas, la Tierra fue despojada de su escudo protector que es la atmósfera. La explosión eyectó pequeños y rápidos granos en todas las direcciones a través del fino aire. Algunos se alojaron en árboles, plantas y animales, mientras otros se elevaron para luego caer nuevamente a increíbles velocidades ya que no había atmósfera que los destruyera. En el mismo momento, rayos cósmicos a altas velocidades bombardearon el área con radiación. Animales y humanos en el foco del bombardeo murieron. Objetos inanimados parecieron cobrar vida al temblar y sacudirse en la zona del bombardeo.
Cuando el impulso de la onda de choque cesó, el vació comenzo a extraer el aire. Mientras la atmósfera expandida volvía apresuradamente al sitio de impacto, las burbujas colapsaron, absorbiendo gases calientes y polvo hacia dentro, a la velocidad de un tornado. Parte del polvo escapó de la atmósfera de la Tierra mientras que el resto se transformó en una nube roja con forma de hongo que se exparció por miles de millas a través de la atmósfera, bloqueando el sol y sumergiendo a la Tierra en la oscuridad.
El polvo y los desechos, que eran muy pesados, comenzaron a caer de vuelta en la Tierra. Todavía super calientes por la explosión, volvieron en forma de poderosa lava. Los pedazos que cayeron en las capas de hielo continentales, derritieron incalculables litros de agua instantáneamente causando inundaciones en todas direcciones.
El rugiente ascenso a través de los agujeros creados por las burbujas, creó una poderosa bajada de temperatura en el aire a grandes altitudes, viajando a miles de millas por hora. Con temperaturas que exedían los 150º F bajo cero, la columna de aire impactó el suelo irradiando numerosos lugares en todas las direcciones, congelando todo lo que tocaba en segundos. Los árboles y plantas se convirtieron en estatuas, y los mastodontes y mamuts todavía están congelados en Siberia.
Las rápidas fluctuaciones de temperaturas significaron el final de millones de plantas y animales… pero la destrucción fue sólo el comienzo. Los impactos y los temblores dispararon enormes terremotos a lo largo de las fallas existentes desde las Carolinas hasta California mientras se despertaban volcanes dormidos desde Islandia al otro lado del pacífico. Erupcionando con furiosa actividad, lanzaron lava caliente y químicos nocivos en el aire, agregándo componentes a la ya pesada nube que cubría todo.
Los impactos y las erupciones dieron comienzo a miles de incendios, en donde quiera que había combustible para alimentarlos, algunos de los cuales duraron días. Veloces vientos expandieron los fuegos por los bosques creando un infierno moviéndose más rápido que las aves y animales. Los árboles volaron como bombas, las rocas explotaron como granadas, y explosiones de vapor tuvieron lugar mientras el fuego se movía sobre aguas congeladas. Cuando los fuegos se acabaron quemándose a sí mismos, no quedaban más que carbones encendidos en los continentes. Los nocivos químicos en la atmósfera volvieron a la Tierra en forma de lluvia venenosa. En algunos lugares, el aire era demasiado tóxico para soportar formas de vida.
El impacto en la Bahía de Husdon envió hacia el cielo 200,000 millas cúbicas de hielo. Una lluvia de desechos incandescentes y de hielo vaporoso cayeron sobre la mayor parte de Norteamérica, Europa y Asia. En minutos, la masiva masa de objetos, más de 500,000 de ellos, impactaron sobre las Carolinas y más al Este, explotando en bolas de fuego dando origen a las bahías de Carolina.
Vista aérea de una parte de la Bahía de Carolina, tomada en 1930
Pedazos de hielo y basura, grandes y pequeños cayeron en el Atlántico y en el Pacífico, desde el Golfo de México hasta el Ártico, desde Europa hasta Asia e incluso África. Más de un cuarto del planeta estaba sitiado.
Pero incluso eso no fue todo.
El impacto en el glaciar de la Bahía de Hudson envió agua derretida a alta velocidad por debajo de la capa de hielo. Las oleadas levantaron e hicieron flotar grandes porciones de hielo, causando que bloques monolíticos de hielo se movieran hacia el sur a lo largo de cientos de millas. Moviéndose rápidamente, los bloques se incrustaron en los bosques arrasando con árboles.
Los océanos también eran objetivos. Miles de pedazos de hielo y nubes de agua lodosa impactaron sobre el Atlántico causando colosales detonaciones. Las múltiples colisiones dieron comienzo a inmensos deslizamientos bajo el agua en las Carolinas y Virginia, soltando miles de millas cúbicas de barro. Gracias a ello, el barro desató una ola gigantesca de 1000 pies de alto hacia Europa y Africa a una velocidad de 500 millas por hora.
Nueve horas después la ola impactó en Europa, 1000 pies de alto a 400 millas por hora, probablemente llevándose consigo algunos de los sobrevivientes de las primeras explosiones. La ola ingresó tierra adentro cientos de millas, devastando todo en su camino. Todo ser vivo en las costas murió instantáneamente.
Luego, el agua tuvo una pequeña pausa para volver hacia la costa, llevándose consigo todos los restos de plantas y animales. La oleada provocó, a su vez, derrumbes fuera de la costa en Europa y África, enviando una segunda ronda de mega-olas de regreso hacia Norteamérica y Sudamérica. Millas de costas fueron impactadas por olas de 100 pies provocando otra ronda de tsunamis hacia Europa y Africa una vez más. Pero ya poco quedaba para ser dañado.
En minutos luego de los impactos, el aire congelado y el vapor de agua se combinaron para producir grandes nevadas que llegaron hasta México, el Caribe y el Norte de África. En el sur, la nieve se transformó en lluvia y el hemisferio norte quedó bajo un aguacero durante meses, un aguacero de agua nocivamente contaminada y mortal. Cualquiera que hubiese tenido la suerte de sobrevivir ahora era una víctima potencial de la lluvia ácida.
El agua derretida de los glaciares tuvo otro efecto: La creciente en el Atlántico Norte, desactivó la corrinete oceánica que llevaba agua caliente para los climas del norte. Una vez desactivada, y con nubes de polvo bloqueando el sol, la temperatura cayó drásticamente. A pocos días o semanas después de los impactos, las temperaturas continentales cayeron por debajo del congelamiento, y una brutal era polar se dispersó a través de la tierra, quedándose allí por otros mil años.
Y todo esto en solo un instante, en menos tiempo de lo que lleva cocinar o enviar un email.
Hace 65 millones de Años un Dinosaurio Encuentra Su Condenación: ¿Seremos los próximos?
Se darán cuenta, por supuesto, que “hace 12,000 años” es tan solo una estimación porque algunas de las fechas son obtenidas de eventos muy antiguos. Cuando consideramos un Ciclo Cometario de 3600 años, este rango podría contemplar más de un evento. Pero lo importante es que el evento principal sí sucedió, aparentemente, en un solo día y, basado en información científica recolectada por Firestone, fue uno de los más horrorosos eventos que hayan sucedido en la Tierra desde la aparición del Homo-Sapiens moderno.
¿Porqué continúo refiriéndome al ciclo de 3600 años? Bueno, agregando a lo ya explicado dentro del contexto del experimento Cassiopaea, parece ser que este ciclo de 3600 años es lo suficientemente importante para algunas civilizaciones antiguas y fue la base de sus matemáticas.
Alrededor del 3200 AC, los Sumerios idearon su sistema numérico, asignando símbolos gráficos especiales a las unidades 1, 10, 60, 600, 3600. Eso quiere decir que los Sumerios no contaban en decenas, cientos y miles, sino que habían adoptado su base en 60, agrupando las cosas en 60’s de la misma manera que nosotros contabilizamos el tiempo en horas, minutos y segundos, y los grados del círculo.
Sesenta es un número grande para utilizarlo como base de un sistema numérico. Es difícil de memorizar porque requiere aprender 60 signos diferentes (palabras). Los Sumerios solucionaron esto utilizando el 10 como intermediario entre los diferentes ordenes de magnitudes sexagesimales: 1, 60, 602, 603, etc. La palabra para el 60 es la misma palabra para la unidad. El número 60 representaba un cierto nivel, por encima del cual, los múltiplos del 60 hasta el 600 eran expresados utilizando el 60 como nueva unidad. Cuando alcanzaban el 600, el próximo nivel era tratado como otra unidad, con múltiplos hasta el 3000. El Número 3600 ó sesenta sesentas, se lo llamó de otra manera: šàr, y éste se convirtió en otra unidad.
Entonces, el misterio es: ¿Porqué los Sumerios veneraron el número 60 – y su múltiplo 60 X 60 – en su sistema numérico?
Zecariah Sitchin, creía que era porque había un décimo planeta en el sistema solar que tenía una órbita de 3600 años, y que basaron su sistema en el ciclo de este evento. Pero la evidencia del décimo planeta (como planeta), y las ideas relacionadas con ello, es escasa, mientras que la evidencia de un bombardeo de desechos cometarios crece día a día. Examinando la información no hace falta ser ningún genio para concluir que hay algo que regresa cada 3600 años, parece ser un grupo de cuerpos cósmicos más que un décimo planeta.
Y son malas noticias.
Santorini. ¿Visión del este desde el volcán Nea Kammeni a Phirï? En el borde del cráter
COMETAS Y DESASTRE EN LA ERA DE BRONCE
En cierto punto de nuestra historia, las mas grandes civilizaciones colapsaron, simultáneamente según parece. El Impero Acadio en la Mesopotamia, el Viejo Reino en Egipto, la Era de Bronce Temprana en Israel, Anatolia y Grecia, así como también la civilización del Valle Hindú en India, la civilización Hilmand en Afganistán y la Cultura Hongshan en China – las primeras civilizaciones urbanas del mundo – todas cayeron en la ruina aproximadamente al mismo tiempo. No mucho después, en la cronología arqueológica, el desastre cayó sobre los Micenos en Grecia, los Hititos de Anatolia, el Nuevo Reino Egipcio, la Era de Bronce Tardía en Israel, y la dinastía Shang en China.
Las razones de estos desastres simultáneos – que coinciden también con cambios en las culturas y sociedades de otros lugares, como en Gran Bretaña – han sido un fascinante misterio. Las explicaciones tradicionales incluyen guerras, hambrunas y más recientemente “colapsos del sistema”, pero la ausencia aparente de evidencia escrita y arqueológica en oposición a los efectos, ha llevado a muchos arqueólogos e historiadores a resignarse a que ninguna explicación definitiva puede encontrarse.
Algunas décadas atrás, la búsqueda de claves pasó a manos de científicos naturalistas. Concentrándose en los desastres de la Era de Bronce más temprana, los investigadores comenzaron a encontrar un rango de evidencia que sugería que causas naturales, más que humanas, eran las principales responsables en un principio. Allí comenzaron a hablar de cambios climáticos, actividad volcánica y terremotos – y mucho de este material ha encontrado su lugar en los estándares históricos del período.
Sin embargo, nunca hubo total acuerdo. Algunos investigadores prefieren un tipo de causa natural, otros prefieren otras, y el problema continuó sin una explicación determinante sobre toda la evidencia.
Sin embargo, en los últimos 15 años, un nuevo tipo de desastre natural comenzó a discutirse y está comenzando a ser aceptado por muchos académicos, como la explicación más probable de un colapso simultáneo y generalizado, no solo aplicable a la Era de Bronce sino a otras también. Esta nueva teoría ha sido avanzada mayormente por astrónomos, y permanece casi completamente desconocida para los arqueólogos salvo excepciones. Esta nueva idea es que los desastres culturales masivos fueron causados por el impacto de cometas u otros tipos de desechos cósmicos en la Tierra.
De todas maneras, ¿Cúal fue la causa de estos terremotos, erupciones, tsunamis, explosiones de fuego, y cambios climáticos?. A fines de los 70’s, los astrónomos Británicos Victor Clube y Bill Napier, de la Universidad de Oxford, comenzaron a investigar el impacto de cometas como la causa última.Luego en 1980, el físico ganador del premio Nobel, Luis Alvarez y sus colegas, publicaron su famoso informe en la revista Science que argumentaba que un impacto cósmico había llevado a la extinción de los dinosaurios. Demostraron que las grandes cantidades de iridio encontradas, que estaban depositadas en capas geológicas, eran de origen cósmico.
El informe de Alvarez tuvo gran influencia y estimuló posteriores investigaciones por parte de astrónomos Británicos tales como Clube y Napier, Prof. Mark Bailey del Observatorio de Armagh, Duncan Steel en Australia, y el más conocido astrónomo británico, Sir Fred Hoyle. Todos apoyan la teoría de un impacto cometario y juntos forman la Escuela Británica de Catastrofismo Coherente.
Estos académicos avistan grupos de desechos cometarios que repetidamente tienen contacto con la Tierra. Sabemos que pequeñas partículas de material cósmico penetran en la atmósfera a diario, pero su impacto es insignificante. Sin embargo, ocasionalmente, desechos de entre uno y varios cientos de metros de diámetro impactan la Tierra y estos pueden causar efectos catastróficos en nuestro sistema ecológico.
Dependiendo de sus propiedades físicas, los asteroides o cometas que ingresen en la atmósfera pueden golpear la superficie y dejar cráteres como en famoso cráter Berringer en Arizona causado por un asteroide de hierro hace 50,000 años. Al menos diez cráteres alrededor del mundo tuvieron lugar después de la última Era de Hielo, y no menos de siete de estos datan del tercer milenio antes de cristo.
Alternativamente, cometas y asteroides pueden explotar en el aire. Un ejemplo reciente – conocido como el evento Tunguska – ocurrió en 1908 sobre Siberia, cuando un bólido de piedra explotó a 5km del suelo y devastó completamente un área de 2,000 km2 con explosiones de fuego. El cuerpo cósmico, aunque medía solo 60mt de largo, produjo una energía de entre 20 a 40 megatones, 3 veces más potente que el ejemplo de Arizona (cerca de 15 megatones), y fue equivalente a la explosión de 2000 bombas atómicas de Hiroshima.
Hasta hace poco, el ambiente astronómico tradicional era fuertemente crítico de la hipótesis de Clube y Napier. Sin embargo, el impacto del cometa Shoemaker-Levy 9 sobre Jupiter en el año 1994 ha producido un cambio de actitudes. El cometa, seguido de cerca por los observatorios del mundo, se dividió en 20 partes impactando en diferentes lugares del planeta durante un período de varios días. Un impacto similar en la Tierra sería devastador.
De acuerdo a los conocimientos actuales, impactos como los de Tunguska ocurren cada 100 años aproximadamente. En el pasado, los escépticos han demandado la evidencia de un cráter, antes de que aceptaran un argumento de impacto cometario, pero en estos momentos se entiende que no es necesario ningún crater para que sucedan desastres. El problema es que en un evento como el de Tunguska no deja ninguna evidencia. Asi sería imposible probar que algo semejante tuvo lugar en un pasado distante.
El hecho de que hayan habido impactos cometarios, responsables de colapsos de civilizaciones, cambios culturales, incluso el desarrollo de la religión, debe mantenerse como hipótesis. Pero a la vista de la evidencia astronómica, geológica y arqueológica, esta hipótesis del “cometa gigante” no puede ser evitada.[Dr Benny J Peiser: BRITISH ARCHAEOLOGY, December 1997, No 30, pp. 6-7. El Dr Benny J Peiser es historiador y antropólogo en la Universidad de John Moores de Liverpool. Junto con With Mark Bailey y Trevor Palmer, está editando “Natural Catastrophes during Bronze Age Civilisations” – Catástrofes naturales en la época de las civilizaciones de la era de Bronce -(Oxford: British Archaeological Reports, in preparation) ]
Los efectos colaterales de un bombardeo cometario son terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas. Como sucede, hubo un suceso volcánico significativo en la época del colapso de civilizaciones en la Era de Bronce. Recientes descubrimientos publicados en Science de Abril de 2006 corrigen la fecha de la erupción entre 1627 y 1600 AC con un 95% de certeza. Esto, por supuesto, es rechazado por muchos arqueólogos porque han desperdiciado todas sus carreras tratando de fechar sucesos de acuerdo a la Biblia, y realmente esto les molesta porque significa que han perseguido una ilusión.
Yoshiyuki Fujii y Okitsugu Watanabe, demostraron que “grandes cambios de ambiente ocurrieron posiblemente en el hemisferio sur en la mitad del Holoceno (en los últimos 10,000 años). Sus profundos perfiles de concentración de partículas, conductividad eléctrica y Oxígeno 18, indican discrepancias en las lecturas de todos estos elementos. La evidencia muestra que estas diferencias cubrieron el período designado, pero con una “gran discrepancia” alrededor del 1600 AC.
Existe similar evidencia en el 5200 AC. Este período muestra menos graves pero similares cambios climatológicos. El perfil del Oxígeno 18 está cerca de lo normal, pero hay una visible banda de suciedad volcánica. La fecha de este segmento es menos certera, porque está claro que nadie realmente está buscando este ciclo en particular, pero parece corresponder a la banda de cenizas de la estación Byrd. En un artículo de la revista Nature, de noviembre de 1980, C. U. Hammer, H. B. Clausen y Dansgaard fechan una discrepancia del lecho de hielo en Camp Century, con un error de más menos 120 años alrededor del año 5450 AC. Hay una apreciable señal de elevada acidez en estas secciones que indican una alto nivel de actividad volcánica – nuevamente justo en la marca del ciclo de 3600 años.
Se conjetura que el ciclo se desarrolló sin notarse por sus efectos a largo plazo, como por ejemplo un clima de glaciación, así como también el hecho de que cada ciclo tiene mayores o menores efectos en la Tierra, dependiendo de interacciones dinámicas particulares dentro del sistema solar.
Lo que está claro es que algo sucede en intervalos de 3600 años como se ve en las muestras de hielo, y es capaz de producir prolongados períodos de cambios en la Tierra, por encima de los cambios ordinarios geológicos y climatológicos.
Mirando mas allá: Michel R. Legrand y Robert J. Delmas del Laboratorio de Glaciología y Geofísica del Ambiente publicaron un artículo “Impurezas Solubles en Cuatro Muestras de Hielo de los Ultimos 30,000 años”, en el cual graficaron las variaciones del Oxígeno 18 y los componentes iónicos Na NH 4 y Ca2 y H y Cl y NO3 y SO4. La escala de tiempo para cada nivel del componente iónico, así como los niveles de O18 llegan hasta hace 30,000 años. El gráfico muestra coincidencias en los años 5200 AC, 8800 AC, 12400 AC, 16000 AC, 19600 AC. Todas estas fechas fueron de gran stress geológico.
Cuando miramos la información y tomamos en cuenta las imprecisiones de fechas más recientes (algunos rangos de fechas pueden ser de 100 años en cualquier dirección) , entre 3 y 600 años de diferencias para fechas mas antiguas, tan solo dijeron “¡wow! ¡Miren esa línea ondulada!” – notamos que las muestras del sur no son iguales a las del norte. El suceso del año 1628 AC, casi no muestra registros de actividad volcánica en el hemisferio sur. Pero en el norte, las muestras nos dicen que la actividad comenzó en el año 1644 AC.
La evidencia de el evento del año 5200 AC, es fuerte en la muestra “Dome C”. El evento del año 8800 AC está muy bien marcado – de hecho, parece ser el más fuerte de todos. Tengan en cuenta que esto fue hace 10.800 años – exactamente las fechas reportadas por Heródoto y Platón. El isótopo de Oxígeno 18 es remarcable, la subida del nivel de sal marina, niveles elevados de C1 y C1/Na. Hay un salto extremo en las lecturas de SO4 y H que sugieren una actividad volcánica global – grandes cambios terrestres se sucedían en ese momento, que se registran en el clima y los océanos, y que fueron preservados en el hielo.
El evento del año 12.400 AC es también extremadamente pronunciado en las muestras. Las gráficas muestran un rápido y gran cambio, incluyendo el final de la era de hielo en Wisconsin. Hay una gran variación en el isótopo de Oxígeno 18, así como también se ven picos de Na y saltos pronunciados en Ca, SO4 y H.
Absolutamente no hay duda de que el evento Santorini ocurrió. La señal de ácido en la muestra de hielo es muy fuerte. Lo que significa que hay pocas preguntas sobre cuando ocurrió. Algo inusual pasó entonces, comenzando en el año 1644, y culminando en un gran cataclismo, cerca del área de Anatolia, dejando huellas que son imposibles de perder. Imposible para cualquiera, excepto para los Egiptólogos y sus parientes.
A lo largo de todo el Mediterráneo había reinos y culturas que se comunicaban y mercadeaban. Leyendo muchos libros de cada región, producidos por varios expertos en las diferentes culturas, una y otra vez uno encuentra que un período de severos cambios tuvo lugar, según datos arqueológicos e históricos. La idea de que todas las interferencias en un lapso de tiempo general dado pueden ser simultáneas, no puede ser considerada porque desestabilizaría la cronología cuidadosamente construida.
En su libro, Stratigraphic Comparée et Chronologie de l’Asie Occidentale, [Londres, Oxford University Press, 1948], Claude Shaeffer con sus investigaciones arqueológicas de toda una vida, lo llevaron a proponer que una gran catástrofe natural trajo como consecuencia el final de Reino Medio en Egipto, y que también devastó con fuego y terremotos casi todas las regiones pobladas de la región de Creta, Chipre, el Cáucaso, Siria, Palestina, Persia y Asia Menor en general.
Ese es un gran “acontecimiento local”. Sólo es lógico concluir que el acontecimiento Santorini y el fin de la Edad De Bronce Intermedia son el mismo acontecimiento. Y ocurrió hace unos 3,600 años atrás. En otras palabras, estamos retrasados.
Ahora, regresemos a lo que mencioné arriba acerca de estar aproximadamente a mitad de camino de la órbita de 26 millones de años de la Estrella Compañera. Realmente no tenemos idea dónde estará el cuerpo acerca del que se teorizó en estos momentos o que es lo que planea, pero nosotros tenemos algunas pistas. Pero la primera pregunta que queremos hacer es: ¿Cuál es la relación entre esta estrella compañera – Nemesis – y la extinción? ¿Cómo puede una estrella, tan lejos de nuestro sistema solar, tener tal efecto?
Mucho más allá de la órbita de Plutón descansa la Nube de Oort.
La nube Oort, alternativamente llamada nube Öpik-Oort, es postulada como una nube esférica de cometas situada entre 50,000 a 100,000 UA [unidades astronómicas] del sol. Es aproximadamente 2000 veces la distancia del Sol a Plutón o aproximadamente un año luz, casi un cuarto la distancia del Sol a Proxima Centauri, la estrella mas cercana al Sol.
Haga clic aquí para estudiar la imagen con más detenimiento. El sistema solar está rodeado por esta nube compuesta por miles de millones de cometas. Imagine lo que pasaría si una estrella pasara a través de esta nube, golpeando a los cometas de la misma manera que una bola de boliche manda a los bolos por todas partes. Imagine luego que un cierto número de esos cometas se dirigen hacia el centro de la nube, nuestro sol y su sistema. El sol, siendo el objeto más grande en el vecindario, sería el punto de atracción. Los cometas entrantes serían atraídos hacia una órbita alrededor de éste.
A pesar que no se han hecho observaciones directas de esta nube, se cree que es el origen de casi todos los cometas que entran al interior del sistema solar (algunos cometas de órbita pequeña tal vez vengan del cinturón de Kuiper), basándose en observaciones de las órbitas de estos cometas.
Hasta el momento, solamente se ha descubierto un objeto que pudiera provenir de la nube de Oort: 90377 Sedna. Con una órbita sobre el rango de los 76 a 928 UA, está mucho más cercano de lo que se creía originalmente y tal vez pertenezca a la sección “interna” de la nube Oort. Si Sedna en realidad pertenece a la nube Oort, esto tal vez signifique que la nube es tanto más densa como cercana al sol de lo que previamente se pensaba.
Por tanto, tenemos un mecanismo que hipotéticamente pudiera lanzar un enjambre de cometas hacia el sistema solar. La órbita propuesta para el gemelo binario de nuestro sol, va de acuerdo con los ciclos de las más grandes extinciones en la Tierra. Pero esto es sólo una hipótesis. La cuestión importante, usted tal vez se pregunte, es que aún cuando le asignemos una alta probabilidad a la veracidad de la hipótesis, si estos ciclos ocurren cada 26 millones de años, qué evidencia tenemos de que vivimos durante uno de los períodos, digamos, poco favorecidos?
Uno de los corolarios de la teoría del Némesis, es que este oscuro acompañante tal vez se vuelva visible como un segundo sol en el cielo cuando se acerque al sol. ¿Hay alguna evidencia que tal vez sugiera que alguien haya visto un “segundo sol”?
En el libro Comets and Popular Culture and the Birth of Modern Cosmology (Cometas y la Cultura Popular y el Nacimiento de la Cosmología Moderna), de Sara J Schechner escribe:
La disposición asoleada del clima durante la coronación (de Carlos II) fue vista como el cumplimiento de una profecía. En 1630, al momento del nacimiento de Carlos, una estrella de mediodía o sol rival supuestamente, apareció en el firmamento […]
Aurelian Cook en Titus Britannicus explicó su importancia: ‘En cuanto hubo nacido, los Cielos tomaron noticia de él, y observaron meditante una estrella, apareciendo desafiante del Sol al Mediodía…’
Para Cook, el sol extra anunció que Carlos rigió por derecho divino. Mas aún, el momento de la entrada de Carlos a Londres el día de su cumpleaños fue políticamente calculado para cumplir lo que fue presagiado en su nacimiento.
Abraham Cowley, poeta, diplomático y espía de la corte escribió: ‘Ninguna Estrella de entre todas dio, creo yo, tal vigorosa asistencia, como aquella hace 30 años, en el nacimiento de Carlos, que a pesar de la orgullosa luz del Sol Meridiano, sus Glorias futuras, en este año predijo’.
Edgard Matthew dedicó un libro entero al cumplimiento de la profecía declarando que Carlos fue “ordenado a ser el más Poderoso Monarca en el Universo…”
El regreso de Carlos fue visto como el renacimiento de Inglaterra y en su momento fue grabado como un acto especial en el libro de estatutos, el cual proclamó que el 29 de Mayo era el cumpleaños más memorable no solamente para su Majestad como hombre y como Príncipe, sino como Rey…
Bueno, eso definitivamente cae como anillo al dedo: 377 años atrás un segundo sol apareció y nadie, al menos que conozca, ha intentado ligar esto a un cometa o a una supernova. Lo interesante es, que fue seguido treinta años después por el avistamiento de varios cometas. Pero el siglo 17 fue interesante por otra anomalía involucrando nuestro sol: La del Mínimo de Maunder. Entre los años 1645 y 1715, nuestro sol entro en un periodo de mínimo resplandor.
Durante un período de 30 años dentro del Mínimo de Maunder, por ejemplo, los astrónomos observaron únicamente alrededor de 50 manchas solares, contrario a las típicas 40,000 – 50,000. El mínimo de Maunder coincidió con la mitad – y período más frío – de la llamada Pequeña Era de Hielo, durante la cual Europa y América del Norte, y tal vez mucho del resto del mundo, fueron sometidos a inviernos amargamente fríos. Recientes estudios sugieren que la rotación del Sol se desaceleró durante la etapa más crítica del mínimo de Maunder (1666 – 1700). [1] En nuestro estado actual de entendimiento de la física solar, un sol más alargado y lento implica un sol más frío que provee de menos calor a la tierra.
Tal vez el acercamiento cercano, hablando astronómicamente, del acompañante oscuro fue la causa de este alentamiento. La baja actividad solar durante el Mínimo de Maunder, también afectó la cantidad de radiación solar que la tierra recibía. El cambio en la producción de carbono-14 durante ese período causó la inexactitud en la datación por radiocarbono hasta que este efecto fue descubierto.
En total, el análisis de carbono-14 así como estudios de anillos de árboles y de capas polares indican que aparentemente han habido 18 períodos de mínimos solares en los últimos 8,000 años, y los estudios muestran que el sol actualmente gasta hasta un cuarto de su tiempo en estos mínimos. Sólo podemos especular por el momento si estos ciclos tienen una relación con nuestro acompañante oscuro y/o sus grupos cometarios.
Regresando a nuestra hipótesis, si estamos en lo correcto, esta estrella oscura fue vista hace 377 años. Si fue de hecho el acompañante, Némesis, entonces los cometas dirigiéndose hacia el interior del sistema solar van en camino. Dependiendo de sus locaciones y órbitas en la nube Oort, habría grupos variables – variables tanto en tamaño como en tiempo de llegada. ¿Hay alguna evidencia de esto?
La tercera edición del libro universitario Exploration of the Universe (Exploración del Universo), de George O. Abell, publicado en 1975, nos informa que Júpiter tiene 9 lunas hasta 1974. Dice:
Las siete más externas, tienen órbitas notablemente excéntricas, algunas de las cuales tienen una larga inclinación hacia el ecuador de Júpiter. Los cuatro satélites más distantes se mueven de este a oeste, contrario al movimiento de la mayoría de los objetos en el sistema solar. Tal vez sean antiguos planetas menores capturados por Júpiter. [p. 324]
Nótese que Abell sugiere que algunas de las lunas de Júpiter han sido capturadas por la gravedad del planeta.
Ahora viajemos en el tiempo hacia el futuro, y veamos lo que la información más reciente nos dice acerca de las lunas de Júpiter.
Se le adjudican a Júpiter 63 satélites. Cuarenta y siete de los cuales han sido descubiertos desde 1999. ¿Y si no se encontraban ahí antes?
Y que hay de Saturno. Nuestro texto de 1975 nos dice que saturno tiene 10 satélites. ¿Y en el año 2007? Bueno, hay tantos que una fuente declina en dar un número preciso! Sin embargo, contando los satélites nombrados en la Línea del tiempo de descubrimientos de planetas del sistema solar y sus satélites naturales, nos da un total de 62, con 41 descubiertos desde el año 2000 y otros diez en los 80’s y 90’s.
Moviéndonos hacia fuera, nos encontramos a Urano, con cinco satélites en 1975, ahora tiene 28, con diez descubiertos en los años 80’s, seis en los 90’s y 7 desde el 2000. Neptuno tenía dos satélites en 1975, ahora tiene 13.
- Jupiter: 9 lunas en 1975 -> 63 en 2005
- Saturno: 10 lunas en 1975 -> 62 en 2005
- Urano: 5 lunas en 1975 -> 28 en 2005
- Neptuno: 2 lunas en 1975 -> 13 en 2005
Tabla 1. Número de lunas.
La explicación dada mas frecuentemente que explica este incremento en el número de satélites para estos planetas es que los telescopios han ido mejorando. Esto es, que ahora podemos ver más lejanamente, con mayor detalle, y por tanto podemos encontrar cosas que antes no podíamos. Es una explicación que tiene sentido.Un pequeño problema con esta teoría es que las “nuevas” lunas de Neptuno y Urano aparecieron antes que las nuevas lunas de Júpiter y Saturno. Uno podría pensar que los poderosos telescopios capaces de encontrar lunas tan lejanas en los planetas siete y ocho podrían haber encontrado primero las lunas de los planetas cinco y seis.
Otra posible explicación, una que encaja con nuevas lunas apareciendo alrededor de Neptuno y Urano antes que en Júpiter y Saturno, es que estas nuevas lunas, o algunas de ellas, son objetos que han quedado atrapados en órbitas alrededor de estos planetas recientemente, y que fueron capturados por su gravedad y sustraidos a la nube cometaria entrante. Pasando las órbitas de los planetas más lejanos primero, arribarían a los planetas más cercanos al sol después.
También notamos que el ridiculizado Immanuel Velikovsky, en su libro Worlds in Collision (Mundos en Colisión), da un marco de tiempo de nueve años, como lo que tomaría a un cometa cubrir la distancia entre Júpiter y la Tierra. Las nuevas lunas Jupiterianas fueron descubiertas en principio a finales de los noventa. Haga los cálculos.
Lo que nos lleva a una serie de historias locales que le dan al impacto un significado menos metafórico.
El Viernes, 16 de febrero la página de SOTT nos presentó esta historia: Extraños ruidos tal vez hayan sido meteoritos.
Por JIM SABIN
Editor del CityNewark – Algo sucedió alrededor de las 9 p.m. el miércoles que mucha gente escuchó, o inclusive sintió.
Lo que haya sido, tal vez permanezca como un misterio para siempre.
Fue un ruidoso bang, “algo” suficientemente sonoro para ser escuchado a través del sur y centro de Ohio, y lo suficientemente fuerte para hacer que se movieran objetos pequeños dentro de las casas. Los reportes han llegado a The Advocate desde Hanover hasta Heath, de Buckeye Lake a Granville, y el canal NBC4 escuchó reportes en los condados Muskingum, Fairfield y Pickaway.
Los rumores van desde un terremoto hasta un impacto de meteorito, un boom sónico o algo relacionado con hielo. […]
Jeff Gill, de Granville, dijo que vio un meteoro con una cola relativamente larga, de coloración roja, verde y dorada. Se dirigía de este a oeste y duró como tres segundos; después que se desvaneció, el boom sónico lo sacudió, dijo.
“Lo vi primero. Fue la cosa mas espeluznante, atemorizante, maravillosa. Usted ve esta cola de dragón surcando el cielo,” dijo Gill, quien también escribe una columna religiosa para The Advocate. “Y de pronto, todo hizo boom.” […]
Los reportes van de Ohio hasta New Jersey.
Note la referencia a la cola de dragón. ¿Puede que reportes de meteoritos hayan sido la base de algunos de los mitos antiguos acerca de dragones peleando en el cielo? Verifique el libro de Mike Baillie Exodus to Arthur para más información sobre el tema.
Hace algunas semanas, mientras gran parte de los Estados Unidos (y el mundo N. del T.) estaba viendo el Super Bowl XLI, algunas personas en el Medio Oeste presenciaron otro tipo de espectáculo: Residentes locales atestiguan el resplandor de un meteoro flamante.
Si usted vio una luz brillante con una cola flamante cayendo a tierra la noche de domingo, usted tal vez haya presenciado una pequeña lluvia de meteoros, de acuerdo con los reportes en Wisconsin, Illinois e Iowa.
James T. Luedke de Ripon dijo que iba conduciendo por Green Lake County entre las 7:30 y 8:00 p.m. el domingo cuando vio una “llama flamante de medio dólar de tamaño cayendo veloz sobre la tierra” en el cielo del sur.
La describió como una flamante esfera naranja con una cola azul/verde.
Kay Diederich de St. Cloud conducía hacia fuera de la villa cerca de las 7:50 p.m. con una amiga cuando vieron una “bola de fuego” saliendo disparada hacia el sur.
“Casi parecía un choque aeronáutico”, dijo. Pero no hubo reporte alguno.
Personas a lo largo del Medio Oeste reportan haber visto bolas de fuego cruzando el cielo la noche del domingo, de acuerdo con los reportes noticiosos estatales.
Un reporte preliminar indica que los objetos provenían de un meteoro. La mayoría de los reportes describían a los objetos como luces resplandecientes con una cola flamante. Varios de los objetos fueron vistos explotar cuando tocaron el suelo, de acuerdo con WEAU. […]
Los avistamientos fueron reportados desde Minnesota, atravesando Missouri y hacia el este hasta Illinois. Luego tenemos este reporte del 7 de Febrero de 2007 del Reino Unido: Meteoro enciende el cielo.
Por Rachel Pegg
De The ArgusUn meteoro ha sido observado cayendo hacia la tierra.
La estrella descendiente fue envuelta en llamas resplandecientes a medida que se dirigía hacia el suelo sobre Hangleton, Hove, cerca de las 8:15pm, ayer […]
Sin mencionar un reporte de Turquía: Meteorito aterriza en Didim
Viernes, 02 de febrero
VoicesLa Policía fue inundada con llamadas de multitud de personas desde Didim hasta Bodrum después que escucharon un gran bang y una luz centellante en los cielos.
A pesar que los oficiales fueron incapaces de explicar las luces verdes, amarillas y rojas, Voices ha puesto al descubierto el fenómeno.
No fue un OVNI (Objeto Volador No Identificado), sino un meteorito que se introdujo a través de la atmósfera terrestre y cayó en Yeşilkent.
Un alarmado Abdullah Arıtürk revelo que la roca había creado un hoyo en el suelo en el Complejo Green Park, en Yeşilkent, desviándose a 10 metros de el.
La Policía reporta que gente de Bodrum, Milas y Didim oyeron un bang y vieron la luz centellante cerca de las 5:30pm el jueves (Enero 31)
El Sr. Arıtürk dijo; “Creí que eso era todo. Pensé que era el Apocalipsis. Ví el bang y las luces y esta roca se estrelló contra el suelo bastante cerca de mí. Fue muy atemorizante”
Después de contar a Voices su historia, el Sr. Arıtürk ahora está a la espera de los científicos de la Aegean University, en Izmir, para tomar el meteorito y realizar una examinación detenida.
Por fortuna, nadie resultó lesionado con estos meteoritos, pero personas en India no fueron tan afortunadas: Tres Muertos en Supuesta Caída de Meteorito en el Rajasthan Indio.
Febrero 8, 2007
Tres personas murieron y cuatro resultaron heridas en un misterioso impacto en una villa en el norte del estado Indio de Rajasthan el jueves, los residentes piensan que se trató de un meteorito, dijeron las agencias noticiosas.
Residentes de la villa Banchola en el distrito Bundi, 200 kilómetros al sur de la capital estatal Jaipur, dijeron que las víctimas estaban sentadas en desechos de metal a campo abierto cuando un “objeto” cayó del cielo impactándolos, reporto la agencia de noticias IANS.
“El asunto está bajo investigación. Sabemos que hubo un estruendo pero viendo al cráter no parece que lo haya provocado un meteorito”, declaró un oficial de policía de Bundi.
Dijo que el cráter era de tan solo 8 a 10 pulgadas por dos de profundidad. Un equipo del laboratorio forense estatal en Jaipur recolectaba la evidencia del sitio, informaron oficiales.
Y luego está el meteorito que se estrelló en una casa en New Jersey recientemente, incrustándose en la pared. Posible impacto de meteorito a través de un techo en New Jersey
Por Chris Newmarker
Associated Press
Publicado: Enero 4, 2007-03-26Freehold Township, N.J. (AP) – Las autoridades están tratando de identificar un misterioso objeto metálico que se estrelló a través del techo de una casa al este de New Jersey.
Nadie resultó herido cuando el objeto del tamaño de una pelota de golf, pesando casi como una lata de sopa, irrumpió en la casa y se empotró en una pared el martes en la noche.
Oficiales federales enviados a la escena dijeron que no provenía de un aeroplano.
El objeto de superficie rasposa, con tintes metálicos, fue mostrado por la policía el miércoles.
“Hay gran interés por saber qué es lo que tenemos aquí”, dijo el Teniente Robert Brightman. “Es algo inusual. No he visto nada como esto en toda mi carrera.”
Dijo que esperaba tener el objeto identificado dentro de las 72 horas, pero declinó nombrar a las otras agencias que han ayudado en la investigación.
Aproximadamente de 20 a 50 objetos en forma de roca caen todos los días en todo el planeta, dijo Carlton Pryor, un profesor de astronomía de la Rutgers University.
“No es inusual que rocas caigan desde el cielo,” dijo Pryor, quien no ha visto el objeto que azotó la casa de Monmouth County. “Estas son mezclas de roca y metal.” […]
Y la casa de campo destruida por un meteorito en Alemania en Octubre 2006: Casita de campo Alemana destruida por meteorito.
Reuters
Octubre 20, 2006Berlin (Reuters) – Un fuego que destruyó una casa de campo cerca de Bonn y lesionó a un hombre de 77 años fue probablemente causado por un meteoro y testigos vieron un arco de luz destellante en el cielo, dijo la policía Alemana el viernes.
Burkhard Rick, portavoz de la policía en Siegburg, al este de Bonn, dijo que el fuego incendió la casa de campo y quemó gravemente las manos y rostro del hombre en el incidente de del 10 de Octubre.
“Pedimos asistencia del observatorio Bochum y ellos notaron que en ese momento en particular la tierra estaba cerca de un campo de astillas de meteoro y puede ser indicativo de que partículas hayan entrado a la atmósfera”, mencionó.
“Las partículas usualmente no alcanzan la superficie porque se desintegran en la atmósfera”, añadió. “Pero algunas pueden lograrlo. Creemos que fue un bólido (bola de fuego meteórica) de no más de 10 mm.”
Y el pedazo de hielo que golpeo a un auto en Florida: Pedazo de Hielo Largo y Misterioso Cae Sobre Auto de Un Hombre en Tampa
28-Enero-2007
TAMPA, FL (AP) – Raymond Rodríguez estaba cambiando una llanta cuando un pedazo de hielo de 18 pulgadas cayó del cielo haciendo un sonido penetrante, y luego un golpe metálico. El pedazo de hielo destruyó el techo de un Ford Mustang el domingo por la mañana. Nadie salió herido.
“Estaba asustado”, dijo Rodríguez, quien estaba solo a pies de distancia. “Esto es una locura, hermano”
La Federal Aviation Administration (Administración Federal de Aeronáutica) está revisando los horarios de vuelo para verificar que el hielo no haya caído de un avión. El hielo no tiene el tinte azulado que indicaría que viene del lavatorio de un avión. El National Weather Service (Servicio Climatológico Nacional) dijo que las condiciones en Tampa no eran favorables para la formación de grandes bolas de hielo, conocidas como megacryometeoros.
“No es un acto de Dios,” dijo Carlos Javage, padre el propietario del vehículo dañado por el misterioso hielo. “Esto ha caído de un aeroplano.”
Así, ¿qué podemos deducir de estos súbitos meteoros de “una vez en la vida” alrededor del orbe? ¿Cualquier cosa? ¿Coincidencia? ¿O algo mas?
Armemos una reseña de los datos que hemos colectado y delineemos la hipótesis en marcha para explicar esto. No es muy alentador, le diremos esto de entrada. Tal vez haga lucir a Tunguska como un petardo en comparación. La explosión en Tunguska fue descrita así:
La explosión fue probablemente causada por la onda de choque de un meteorito o cometa 6 o 10 kilómetros (4-6 millas) arriba de la superficie terrestre.La energía en el impacto fue después estimada entre 10 y 15 megatones de TNT, la cual sería equivalente a Castle Bravo, la detonación de bomba nuclear mas poderosa hecha por los Estados Unidos. Derribó un estimado de 60 millones de árboles en un área de 2,150 kilómetros cuadrados (830 millas cuadradas).
El Sistema Binario
Miramos hacia nuestro firmamento y únicamente vemos el sol. Naturalmente concluimos que nuestro sistema estelar incluye sólo un sol. Sin embargo, los sistemas de estrellas binarios son muy frecuentes. Hay una hipótesis que argumenta que nuestro sol es parte de un sistema de éstos. El hipotético acompañante del sol ha sido llamado, como mencionamos arriba, “Némesis“. La órbita proyectada de Némesis es de 26 millones de años, más o menos el tiempo necesario para el nacimiento y caída de varias civilizaciones.
Estudios de registros fósiles de Dave Raup y Jack Sepkoski han demostrado que hay una repetición cíclica en los períodos de extinción. La teoría de Némesis fue creada para explicar el ciclo de extinción.
No podemos ofrecer pruebas sobre la hipótesis en marcha delineada arriba. Estamos trabajando sobre un grupo limitado de datos. Lo más que podemos decir es que un argumento puede hacerse sugiriendo el siguiente escenario.
El acompañante oscuro del sol, en su órbita de 26 millones de años, se acercó al sistema solar hace 377 años, volviéndose visible y empujando por delante cometas, algunos de los cuales aparecieron treinta años después de la aparición del acompañante en 1630. El paso del acompañante a través de la nube de Oort arrastrando cientos de miles de otros objetos en su deslizamiento por la órbita, envió un enjambre de éstos hacia nuestro camino, viajando ahora por cerca de cuatrocientos años. Miembros de este enjambre han sido detenidos por los campos gravitatorios de los planetas más exteriores, incrementando su número de lunas en años recientes. Si el enjambre ha pasado a Júpiter, posiblemente llegue aquí pronto.
¿Son estos artículos sacados de diarios alrededor del mundo en los últimos meses el anuncio de su llegada?
Un punto final. Ha habido reportes que la tierra no es el único planeta golpeado por el “calentamiento global”. ¿Tal vez sea posible que este aparente cambio generalizado de “clima” en el sistema solar se relacione con la llegada de una nube de cometas? No lo sabemos y estamos lamentablemente faltos de medios para compilar datos que refine o rechace la hipótesis en marcha. Tal vez alguien ahí afuera sí tiene los medios. Cualquiera sea la explicación del calentamiento generalizado de varios planetas, es claro que sabemos muy poco acerca de los mecanismos fundamentales detrás del fenómeno. Somos un punto en el universo, una gota en un océano mas vasto, complejo y misterioso del que podamos imaginar.
Para cerrar, quiero citar algo de las últimas páginas de The Cycle of Cosmic Catastrophes: Flood, Fire and Famine in the History of Civilization porque las palabras deberán tener un significado para todos nosotros.
ESTRELLAS FUGACES NO-TAN-INOFENSIVAS
Si usted quiere mas evidencia de lo que le pasó a los mamuts, sólo necesita mirar hacia el cielo despejado nocturno. Casi cada mes, puede ver estrellas fugaces de alguna de las muchas lluvias de meteoros. En cada trazo usted puede ver un pequeño remanente de un cometa gigante que se partió en partes más pequeñas. Claro, la mayoría de éstas son microscópicas, pero su pariente no lo era – era enorme. Los astrónomos saben que, inclusive hoy, escondidos en esas nubes cósmicas de pequeños remanentes, hay algunos pedazos grandes. Pasamos a través de estas nubes todos los años sin falta, así que eventualmente colisionaremos con alguno de los pedazos más grandes.
En 1990, Victor Clube, un astrofísico, y Hill Napier, un astrónomo, publicaron The Cosmic Winter (El Invierno Cósmico), un libro en donde realizan análisis orbitales de varios de las lluvias de meteoros que llegan a la tierra cada año. Utilizando softwares sofisticados, han retrocedido cuidadosamente miles de años, trazando la órbita de cometas, asteroides y lluvias de meteoritos hasta que descubrieron algo impresionante. Muchas de las lluvias de meteoros están relacionadas entre sí, tales como las Tauridas, Perseidas, Piscidas y Oriónidas. Además, algunos de los grandes objetos cósmicos están relacionados también: los cometas Encke y Rudnicki, el asteroide Oljato, Hephaistos, y cerca de 100 más. Cada uno de estos más de 100 cuerpos tienen al menos media milla de diámetro y algunos tienen miles. ¿Y que tienen en común? De acuerdo a estos científicos, ¡cada uno es descendiente de un cometa masivo que entró por primera vez al sistema hace menos de 20,000 años! Clube y Napier calcularon que, de acuerdo a todo el remanente que han encontrado a lo largo del sistema solar, el cometa original debió haber sido gigante.
¿Fue este nuestro mega-aniquilador de fauna? Todos los hechos encajan. El cometa tal vez haya surfeado la ola de la supernova, [o fue empujado hacia el sistema solar por el Acompañante Solar – LKJ] y luego entro en órbita alrededor del sol hace menos de 20,000 años atrás; o, si ya estaba aquí, el remanente de la supernova tal vez lo haya puesto en una órbita de colisión con la Tierra. De cualquier manera, cada vez que volteamos hacia arriba al cielo nocturno y vemos un despliegue maravilloso de estrellas fugaces, existe un lado macabro en esa belleza. Estamos viendo probablemente restos de un cometa monstruoso que terminó con 40 millones de animales hace de 12 a 13,000 años atrás.
Clube y Napier también calcularon que, por los discretos cambios en las órbitas de la Tierra y el remanente cósmico, la Tierra cruza por la parte mas densa de las nubes gigantes de cometas cada 2,000 a 4,000 años [¿O 3,600 años?]. Cuando vemos los registros meteorológicos y de capas polares, podemos ver que hay un patrón. Por ejemplo, el iridio, helio-3, nitrato, amonio y otras mediciones clave parecen aumentar y caer en conjunto, produciendo picos notables cerca de 18,000, 16,000, 13,000, 9,000, 5,000 y 2,000 años atrás. Siguiendo el patrón que aumenta cada 2,000 a 4,000 años, tal vez estemos viendo las “llamadas” del regreso del mega-cometa.
Afortunadamente, los picos más antiguos son de los bombardeos más pesados, y las cosas se han vuelto mas calladas desde entonces, a medida que los restos del cometa se despedazan en partes mas pequeñas, pero El Peligro no ha acabado. Algunas de las piezas con varios kilómetros de ancho son suficientemente grandes para hacer daños severos a nuestras ciudades, clima y economía global. Clube y Napier (1984) predijeron que en el año 2000 y continuando por 400 años, la Tierra entraría en otra etapa peligrosa en donde la cambiante órbita del planeta nos envía a un potencial curso de colisión con la parte mas densa de las nubes conteniendo partes muy grandes. Veinte años después de su predicción, nos hemos movido hacia la zona de peligro. Es ampliamente aceptado el hecho que algunos de estos objetos se encuentran en órbitas chocantes con la Tierra en este momento, y la única incertidumbre es si los vamos a evitar, como es más probable, o se estrellen contra alguna parte de nuestro planeta.
Esto tal vez parezcan malas noticias, pero hay un resplandor de buenas noticias también. Por la primera vez en la historia conocida de la humanidad, tenemos maneras de detectar esos objetos y prevenir que nos impacten de nuevo. Uno de esos proyectos es el Project Spaceguard (Proyecto Salvaguarda Espacial), un intento multinacional de localizar esos objetos amenazantes para la Tierra, otros programas similares incluyen telescopios del Near-Earth Asteroid Tracking (NEAT) (Vigilancia de Asteroides Cercanos a la Tierra) y el Spacewatch Project (Proyecto Vigilancia del Espacio) de la Universidad de Arizona. Desafortunadamente, ninguno está suficientemente patrocinado para completar el trabajo, pero lo están haciendo a un paso constante.
Nadie sabe exactamente cuán peligrosos sean los cometas y asteroides allá afuera, pero los astrónomos están seguros de que cientos de miles permanecen sin descubrir. La peor parte es que muchos de esos objetos son tan oscuros y difíciles de ver que pasan desapercibidos hasta que se encuentran muy cerca, y para ese entonces será muy tarde. Es cierto que uno de esos monstruos se encuentra en curso de colisión con la Tierra – lo que no sabemos son los detalles. ¿Estamos a días o a años de distancia? Aún si supiéramos que uno viene, hay muy poco que podemos hacer en este momento.
Estamos a años de distancia de ser capaces de controlar nuestro propio destino en cuestiones de supernovas y cometas y asteroides gigantes, pero los científicos están trabajando en soluciones. Esta no es una prioridad para los gobiernos del mundo, que prefieren enfrentar las amenazas terrestres que las cósmicas. Para prevenir que un objeto gigante nos aplaste, colectivamente gastamos de $10 a $20 millones anualmente, costo menor que el de uno o dos aviones militares sofisticados. Casi no se gasta dinero en tratar de detectar supernovas inminentes [o cometas].
Nuestros políticos están seriamente desestimando estas severas amenazas, que son capaces de terminar con nuestra especie, justo como borraron a los mamuts hace 13,000 años, un parpadeo en términos cósmicos. Hay algunas amenazas de esa magnitud que enfrentamos hoy día. La sobrevivencia de la raza humana no está siendo amenazada seriamente por la Gripe Aviar, ataques de Al-Qaeda, la finalización de la Era del Petróleo, huracanes monstruosos, terremotos gigantes o tsunamis masivos; si cualquiera de esos suceden, la mayoría seguiremos con nuestra vida. Es más, nada en esa lista se ha aceptado como el causante de extinciones mundiales en el pasado. No puede decirse lo mismo de supernovas e impactos masivos [de cometas]. Esos dos eventos cósmicos están implicados en muchas de las más grandes extinciones en nuestro planeta en los últimos millones de años. Afortunadamente, hemos sobrevivido, pero muchas especies no. La humanidad tal vez no sobreviva la siguiente Parece razonable dejar de producir varios de nuestros jets militares cada año para disminuir las posibilidad de ser “bombardeados” desde espacio por una supernova o un cometa.
Sin duda, la humanidad ha pasado su fecha de “extinción” y, como en los tiempos de Noé…
De la misma manera en los días de Lot; ellos comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el mismo día que Lot salió de Sodoma y llovió fuego y humo del cielo, los destruyó a todos.