Apr 4, 2012
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Palabra diaria ,Maritza y Juan David,Miércoles, 4 de marzo del 2012
Dios les bendiga.
Efesios 1:3-14 nos habla de las bendiciones espirituales en Cristo
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos
bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo,
bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo,
4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la
dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los
cielos, como las que están en la tierra.
dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los
cielos, como las que están en la tierra.
11
En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme
al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su
voluntad,
En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme
al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su
voluntad,
12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
En el amor de Cristo Jesús les bendecimos, les amamos y les saludamos,
Maritza y Juan David