Oct 8, 2014

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Salmo 18

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Salmos 18 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

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18 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.

2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.

4 Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

5 Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.

6 En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

7 La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes,
Y se estremecieron, porque se indignó él.

8 Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.

9 Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies.

10 Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.

11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí;
Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes.

13 Tronó en los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.

14 Envió sus saetas, y los dispersó;
Lanzó relámpagos, y los destruyó.

15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
A tu reprensión, oh Jehová,
Por el soplo del aliento de tu nariz.

16 Envió desde lo alto; me tomó,
Me sacó de las muchas aguas.

17 Me libró de mi poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.

18 Me asaltaron en el día de mi quebranto,
Mas Jehová fue mi apoyo.

19 Me sacó a lugar espacioso;
Me libró, porque se agradó de mí.

20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.

22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos.

23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad,

24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.

25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
Y recto para con el hombre íntegro.

26 Limpio te mostrarás para con el limpio,
Y severo serás para con el perverso.

27 Porque tú salvarás al pueblo afligido,
Y humillarás los ojos altivos.

28 Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.

29 Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.

30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová;
Escudo es a todos los que en él esperan.

31 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?

32 Dios es el que me ciñe de poder,
Y quien hace perfecto mi camino;

33 Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas;

34 Quien adiestra mis manos para la batalla,
Para entesar con mis brazos el arco de bronce.

35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido.

36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.

37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé,
Y no volví hasta acabarlos.

38 Los herí de modo que no se levantasen;
Cayeron debajo de mis pies.

39 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí.

40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruya a los que me aborrecen.

41 Clamaron, y no hubo quien salvase;
Aun a Jehová, pero no los oyó.

42 Y los molí como polvo delante del viento;
Los eché fuera como lodo de las calles.

43 Me has librado de las contiendas del pueblo;
Me has hecho cabeza de las naciones;
Pueblo que yo no conocía me sirvió.

44 Al oír de mí me obedecieron;
Los hijos de extraños se sometieron a mí.

45 Los extraños se debilitaron
Y salieron temblando de sus encierros.

46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca,
Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;

47 El Dios que venga mis agravios,
Y somete pueblos debajo de mí;

48 El que me libra de mis enemigos,
Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí;
Me libraste de varón violento.

49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre.

50 Grandes triunfos da a su rey,
Y hace misericordia a su ungido,
A David y a su descendencia, para siempre.

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BIBLIA EN AUDIO:

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http://www.youtube.com/watch?v=AuaGJHL_fAg

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  1. AMÉN AMÉN Grandes y maravillosas son sus obras .

  2. María Elena says:

    ¡¡¡¡SI SEÑOR ENCIENDE NUESTRAS LAMPARAS!!!! ¡TE ALABAMOS!

  3. César (Uno+) says:

    Así es.

  4. Preciosos recuerdos en ese año me convertí al Señor, para el 1994.

  5. Darwin V. says:

    Salmos 18
    20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
    Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
    21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
    Y no me aparté impíamente de mi Dios.
    22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,
    Y no me he apartado de sus estatutos.
    23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad,
    4 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;
    Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
    25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
    Y recto para con el hombre íntegro.
    26 Limpio te mostrarás para con el limpio,
    Y severo serás para con el perverso.
    27 Porque tú salvarás al pueblo afligido,
    Y humillarás los ojos altivos.

    Todos nosotros o todos los que tratamos de leer la Biblia sabemos que el rey David, tuvo muchas equivocaciones, pero Dios siempre lo tuvo en alta estima, pero ¿por qué?, porque el rey David sabía reconocer sus errores y no los justificaba, ni trataba de esconderlos, y se hacía responsable en sí mismo de las consecuencias. No culpaba a Dios ni a nadie de lo que le sobrevenía.

    Salmos 130:3 SEÑOR, si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer? Pero en ti hay perdón, para que seas temido.
    Salmos 143:2 y no entres en juicio con tu siervo, porque no es justo delante de ti ningún viviente.
    Proverbios 20:9 ¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?
    Eclesiastés 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque

    Entonces la lección no es, no caer jamás, 1 Reyes 8:46 Si hubieren pecado contra ti (porque no hay hombre que no peque), sino, reconocer que es por nuestra debilidad que caemos y pecamos en contra del Único y Verdadero Dios creador y salvador nuestro, y necesitamos arrepentirnos y soportar las consecuencias y saber que el Santo Espíritu dice:
    Isaías 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

    Y levantarnos y reconocer que sin Dios solo nos espera muerte y destrucción, que dependemos de Él, y avanzar y levantarnos y avanzar y levantarnos y avanzar, porque:
    Salmos 19:12 ¿Quién puede discernir sus propios errores? Absuélveme de los que me son ocultos.

    El Santo Espíritu sigue diciendo:
    Éxodo 34:6 (RVR1960) 6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;

    Volvamos pues al Santo de Israel, para que nos perdone y nos guarde de nuestros enemigos y de la peste destructora, amen.

  6. HERMOSA ALABANZA…MUCHAS BENDICIONES AMADOS DEL SEÑOR

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