8/27/15

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Amados Hermanos:

                                 Quiero compartir con ustedes un sueño que para mí me lleno de alegría, el sueño comienza así, me encontraba en una fila había mucha gente vestida de blanco, todos esperábamos llegar a algo como un cajero donde se hacían unas preguntas y aquellos que respondían correcto pasaban a otra sala, a todo esto el lugar parecía un hospital era todo blanco con luz débil, luego algo sucede y me encuentro de las terceras en la fila hacen 3 preguntas y la persona que estaba frente a lo que yo creo es un ángel se queda callada, yo levanto mi mano y me apresuro a responder, la pregunta era “¿con que propósito Jesús vino a la tierra?” había que dar tres respuestas y yo las di, y me hacen pasar a otra sala muy blanca más iluminada, habían personas allí en ese lugar estaba el Señor Jesús, estaba el Espíritu Santo y quien les ayudaba a ellos era para mi sorpresa, mi mamita toda vestida de blanco con un lazo en la cintura, hacían pasar a las personas a otra sala donde yo sabía era un lugar de purificación, allí ellos El Señor, el Espíritu santo y mi viejita en una especie de ducha grande bañaban a todos quienes entrabamos, parecíamos estar limpios pero al entrar a ese lugar comenzaban a caer mucha suciedad, y las vestiduras resplandecían mas después, yo hacía señas a una persona que estaba siendo purificada y le preguntaba por mi mamá, el joven le decía a mi madre a usted la buscan, después de un rato aparecía mi madre y yo en una camilla y luego esa escena cambia y yo me encuentro en otra habitación con menos personas y todo muy pero muy blanco y me acercaba adelante donde había más luz y veía a Dios, pero es algo que no puedo explicar porque él es espíritu y lo veía como tan transparente como agua, era muy grande, moreno me sonreía con tanto amor y yo pensaba uuuy nunca me hubiera imaginado que Dios era moreno y me desperté tan contenta  pensando, bien Dios puede ser como él desea o rubio o moreno o no sé pero en ese sueño yo lo vi así y fue lo más hermoso.

Hermanos al pasar los días he pensado mucho en este sueño y creo que ya estamos en la etapa final de nuestro camino con el Señor y debemos purificar más nuestras vidas ya que sin santidad nadie podrá ver al Señor, yo espero con ansias ese glorioso día de estar en su presencia, no deseo coronas porque Él es mi mayor regalo, Él es el verdadero Rey y merece las coronas yo soy feliz ya de estar con mi Señor y Dios. 

Un abrazo y nos vemos pronto cuando celebremos las bodas del cordero.

Maru, Chile

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