Sep 30, 2014

Posted by in asides, Blog, Featured Articles | 6 Comments

Aporte desde Camuy (Hna. Mary D.)

Saludos

Desde pequeña el Señor me habla a través de sueños por su misericordia. Hace varios meses atrás le pedí al Señor Jesús que me confirmara lo del Tsunami. El Señor me llevó a un sector de Camuy Puerto Rico cerca de la playa y nos sentamos a hablar. Le dije al Señor Jesús que quería saber que iba a pasar en Puerto Rico. Comienza a temblar la tierra y comienzo a ver que el mar comienza a inundar la carretera cerca del mar, pero solo un poco. El Señor me dice eso va a pasar primero pero ese no es. Luego me dijo mira hacia atrás y comienzo a ver una ola gigantesca y comienzo a gritarle a la gente Tsunami corran y el Señor me dice con voz fuerte mirare yo estoy aquí. Vuelvo a mirar y la ola esta detenida completamente. Y El me dice así va a ser la ola. Esta era una inmensidad y veo la gente corriendo buscando refugios.

Le digo al Señor, nadie se va a salvar de esto. El Señor me dice a unos los mas ancianos los entraré en un sueño profundo y me los llevaré para que no sufran. Los míos Yo los cuidaré. El Señor me señala un tipo de planta y me dice esta no es de Puerto Rico pero haré que se multiplique para que los míos coman de esta y no pasen hambre. Yo enseguida quería comenzar a tomar la planta y llevarla a mi casa a sembrarla y el Señor me llama la atención y me dice: No, déjala ahí, para cuando llegue el tiempo. 

 

Un día voy subiendo por Hatillo Puerto Rico la carretera que sube por Cabrera y el Colegio y le pregunto al Señor: Señor si va a venir una ola hasta donde llegará? Todo quedó ahi. Me había olvidado de la pregunta pero a Dios no se le había olvidado. En la noche tengo un sueño.

Me veo subiendo con mi esposo e hijos con el carro por Hatillo, Puerto Rico en la carretera que sube a Cabrera y miro hacia atrás y veo la ola subiendo con una velocidad increíble. El carro de mi esposo es de carrera así que íbamos a toda velocidad pero cuando llegamos al final de la carretera volví a mirar hacia atrás porque continuaba escuchando el rugir del mar y la ola continuaba a toda velocidad. En el mismo sueño le digo al Señor esta ola va a llegar tan lejos nadie va a sobrevivir. Señor, es imposible, nadie. ¿Cómo alguien podrá sobrevivir a esto?. Ahi despierto temblando. Me paro de la cama me dirijo al baño y le vuelvo a repetir el Señor lo mismo. ¿Cómo alguien podrá sobrevivir a esto? El me contestó:  Sadrac, Mesac y Abed-nego. Amados lean estos pasajes para que entiendan que pide el Señor de nosotros. Bendiciones

http://www.jba.gr/es/Sadrac-Mesac-y-Abed-nego.htm

 

 

  1. Cayetano Vignale. says:

    Sobran las palabras como Dios protegera a su pueblo.

    1. Daniel 1:7: A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, SADRAC; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.

    2. Daniel 2:49: Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a SADRAC, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.

    3. Daniel 3:12: Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: SADRAC, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado.

    4. Daniel 3:13: Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a SADRAC, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey.

    5. Daniel 3:14: Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, SADRAC, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado?

    6. Daniel 3:16: SADRAC, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.

    7. Daniel 3:19: Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra SADRAC, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.

    8. Daniel 3:20: Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a SADRAC, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.

    9. Daniel 3:22: Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a SADRAC, Mesac y Abed-nego.

    10. Daniel 3:23: Y estos tres varones, SADRAC, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.

    11. Daniel 3:26: Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: SADRAC, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces SADRAC, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.

    12. Daniel 3:28: Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de SADRAC, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.

    13. Daniel 3:29: Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de SADRAC, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste.

    14. Daniel 3:30: Entonces el rey engrandeció a SADRAC, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

  2. Cualidades de estos tres jóvenes.
    Fieles a Dios.
    Obedientes a Dios.
    Firmes En su convicción de Fe.
    Sin temor a los que pueda pasar.
    Confiar en las promesas y el poder de Dios.

    Dios les bendiga en nombre de Jesucristo.

  3. Armando Tobar says:

    DANIEL 3:11 y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo.

    12 Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado.

    13 Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey.

    14 Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado?

    15 Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?

    16 Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.

    17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.

    18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

    19 Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado.

    20 Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.

    21 Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.

    22 Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego.

    23 Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo.

    24 Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey.

    25 Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.

    26 Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.

    27 Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían.

    28 Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.

    29 Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste.

    30 Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

    Reina-Valera 1960 (RVR1960)

  4. María Elena says:

    Amén ,también nosotros tenemos al mismo Dios en quién confiamos.

  5. Sigamos confiando en el Dios que todo lo puede, el que hizo los cielos y la tierra. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. El unico Dios. AMEN!!!

Leave a Reply