Mar 17, 2011
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Japón confirma daños en el núcleo de tres reactores de Fukushima
Prosiguen los intentos para refrigerar por aire los reactores afectados en Fukushima | LEl reactor 4 sigue muy dañado y la temperatura no para de subir en los 5 y 6 | Los 50 trabajadores de la central participan en la refrigeración | Falla el sistema informático para medir la radiación
Los peores pronósticos van haciéndose realidad en torno a Fukushima. El responsable de energía nuclear de la ONU, el japonés Yukiya Amano, calificó la situación en su país de “muy seria”, y confirmó que tres de los reactores de la central de Fukushima están afectados en su núcleo. Con estas noticias, los desgarradores cálculos del comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, se van confirmando. Si ayer hablaba de una situación “apocalíptica” en la central, hoy ha advertido de que “en las próximas horas corremos el riesgo de asistir a una nueva catástrofe de gran peligro para los habitantes y el bienestar, que puede afectar a la conurbación urbana de Tokio, con 35 millones de personas”. Oettinger se mostró partidario de “no caer en el pánico”.
El paso de las horas representa una carrera contrarreloj para las autoridades japonesas que intentan que la central nuclear de Fukushima no se convierta en un gravísimo desastre nuclear al mismo nivel que lo fue para Europa y para el mundo la tragedia de Chernóbil, que ocasionó decenas de miles de víctimas y tierras contaminadas durante decenas de años.
La evolución de la catástrofe en las próximas horas será crucial. La noche dificultará, sin duda, las tareas para refrigerar los cuatro reactores que siguen descontrolados puesto que será complicado para los equipos de ingenieros realizar estas tareas que se centran en acabar con las contínuas fugas radiactivas y en estabilizar la temperatura que sigue incrementándose.
Para Brusleas, la situación sigue siendo caótica. El comisario de Energía de la UE, Günther Oettinger, ha calificado hoy la situación de “verdadera catástrofe”, tras valorar ayer como “apocalíptico” el estado de Fukushima. “En las próximas horas habrá nuevos eventos catastróficos, que podrían presentar una amenaza a las vidas de las personas en la isla”, ha añadido.
El problema que por el momento no se soluciona y que mantiene en vilo al mundo es el sobrecalentamiento de cuatro de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima, en el nordeste del país y cuyos reactores quedaron seriamente afectados tras el terremoto y posterior tsunami que asoló el país el pasado viernes.
Las autoridades japonesas destinan todos los medios, incluido el ejército, a refrigerar estos reactores con agua e incluso enviando helicópteros para dispersar desde el aire ácido bórico (mezcla de agua salada marina con ácido bórico). El problema es que la enorme nube provocada por las fugas radiactivas de la central impide las labores de refrigeración.
La información, que llega a cuenta gotas por parte de las agencias de noticias internacionales y de las propias autoridades japonesas que aseguran que las autoridades dedican todos los medios a evitar una explosión de los reactores de las central nuclear.
El reactor 3, el más preocupante
Existe una preocupación muy elevada por la situación del reactor número 3 de la central de Fukushima porque la carga de combustible interna es plutonio, lo que podría agravarse para la salud de las personas en el caso de que explotase este reactor. Esto significa que el combustible nuclear está expuesto y por tanto carece de la refrigeración adecuada para evitar que el proceso de fusión avance. Si esto ocurre, la reacción puede ser incontrolable y podría fundirse totalmente el núcleo del reactor.
El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, citado por la agencia nipona Kyodo, ha informado de que la estructura de contención del reactor número 3 puede estar dañada, por lo que el vapor blanco que ha comenzado a emitir por la noche podría estar expandiendo partículas radiactivas al exterior. El combustible de esta unidad es el plutonio, mucho más peligroso para la salud humana en caso de fuga radiactiva. Este ha sido el reactor que se ha querido enfriar lanzando agua desde helicópteros, pero los altos niveles de radiación han aconsejado abortar la operación.
El reactor 2, que tiene dañada la estructura de contención, tiene un 33% de las barras de combustible afectadas. Se cree que su núcleo pueda haberse fundido en parte. Esta unidad sufrió una explosión el martes. Según la empresa eléctrica japonesa propietaria de la central (TEPCO), en el dos ha bajado drásticamente la presión, lo que podría indicar que las tareas de refrigeración están teniendo éxito o que hay alguna grieta en el contenedor o incluso un fallo de las lecturas.
En el reactor 1, un 70% de las barras de combustible están dañadas, según la televisión japonesa NHK. Deflagraciones, fusiones parciales del núcleo, expulsión de partículas radiactivas a la atmósfera y grandes llamas de fuego serían algunos de los terribles resultados si se produce la explosión en cadena de los reactores, según informa la cadena de televisión japonesa NHK.
Preocupación por el 4
La Agencia Internacional de Energía Atómica ha hecho público un comunicado en el que apunta que Japón “ha informado de su preocupación por las condiciones de los reactores 3 y 4 en Fukushima”. Las autoridades han autorizado a volver al grupo de 50 trabajadores de Fukushima para intentar reducir los riesgos de que vuelva a producirse una nueva explosión en el reactor y aseguran que se están “llevando a cabo todos los protocolos de seguridad para refrigerar el núcleo del reactor y evitar el sobrecalientamiento que provocaría nuevas explosiones en uno o varios reactores”.
Sin embargo, se desconoce si los trabajadores de la central volverán a lo largo del día de hoy por el elevadísimo riesgo de exposición a la radiación. Esta madrugada (hora española) los ingenieros intentaban reducir la temperatura en el reactor número 3 de Fukushima que ha sufrido una explosión. Las autoridades han atribuido esta deflagración a un “escape de vapor” puesto que está central funciona generando electricidad en base a la ebullición del agua.
La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ve extremadamente difícil lanzar agua desde helicópteros para refrigerar la piscina en la que se almacenan las barras de combustible nuclear ya gastadas en el reactor cuatro de Fukushima-1. Si finalmente resulta imposible refrigerar la instalación, las barras podrían emitir hidrógeno o fundirse.
El Gobierno, superado
El gobierno japonés está muy lejos de controlar la situación de alerta nuclear en la planta nuclear Fukushima 1, donde el fantasma de desastre nuclear empieza a asomarse. En las últimas horas el reactor número 3 ha comenzado a expulsar humo blanco, probablemente vapor causado por el líquido refrigerante que habría entrado al reactor a través de las grietas en la estructura de contención, también se han agravado los problemas en el 2, que, al parecer, tiene afectada su estructura de contención del núcleo.
El portavoz gubernamental ha explicado que los expertos están evaluando la situación y analizando las posibilidades de actuación y que, de momento, las instrucciones dadas a la población -básicamente que eviten salir de casa y exponerse al aire en el radio que va entre los 20 y 30 kilómetros de la central- consideran que son las adecuadas de acuerdo con su información. Edano insiste en que los niveles de radiación han bajado lo suficiente como para no ser perjudiciales para la salud.
La radiación en torno a la central empezó a aumentar desde el sábado, cuando un fallo del sistema de refrigeración obligó a liberar vapor radiactivo de forma controlada, pero los crecientes problemas en los reactores añaden mucha incertidumbre. En la provincia de Ibaraki, adyacente a Fukushima, en un momento dado la radiación se situó en 5 microsievert por hora (unidad que mide radiación), cien veces más de lo habitual. Mientras en Kanagawa, algo más al sur, era 10 veces mayor, en Maebashi 10 veces y en Utsonomiya 33.
Tokio, pese a que se encuentra a 270 kilómetros de la planta, ya está registrando hasta 20 veces más radiación de lo habitual y se detectaron pequeñas cantidades de sustancias radiactivas como cesio (elemento químico). El Gobierno insiste en que estos niveles no implican riesgos inmediatos para la salud. Sin embargo, los japoneses hicieron provisiones masivas de mascarillas, agua y víveres, vaciando los supermercados, a pesar de las advertencias de que esas compras podían comprometer el abastecimiento de las áreas devastadas.
Los síntomas tras una exposición moderada son: fiebre, vómitos, diarrea y pérdida de cabello. Una exposición más moderada puede provocar cánceres de varios tipos, cataratas, problemas en la medula ósea que derivan en anemia y/o leucemia, entre otras muchas enfermedades.
http://www.lavanguardia.es/internacional/20110316/54128385144/japon-confirma-danos-en-el-nucleo-de-tres-reactores-de-fukushima.html
El paso de las horas representa una carrera contrarreloj para las autoridades japonesas que intentan que la central nuclear de Fukushima no se convierta en un gravísimo desastre nuclear al mismo nivel que lo fue para Europa y para el mundo la tragedia de Chernóbil, que ocasionó decenas de miles de víctimas y tierras contaminadas durante decenas de años.
La evolución de la catástrofe en las próximas horas será crucial. La noche dificultará, sin duda, las tareas para refrigerar los cuatro reactores que siguen descontrolados puesto que será complicado para los equipos de ingenieros realizar estas tareas que se centran en acabar con las contínuas fugas radiactivas y en estabilizar la temperatura que sigue incrementándose.
Para Brusleas, la situación sigue siendo caótica. El comisario de Energía de la UE, Günther Oettinger, ha calificado hoy la situación de “verdadera catástrofe”, tras valorar ayer como “apocalíptico” el estado de Fukushima. “En las próximas horas habrá nuevos eventos catastróficos, que podrían presentar una amenaza a las vidas de las personas en la isla”, ha añadido.
El problema que por el momento no se soluciona y que mantiene en vilo al mundo es el sobrecalentamiento de cuatro de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima, en el nordeste del país y cuyos reactores quedaron seriamente afectados tras el terremoto y posterior tsunami que asoló el país el pasado viernes.
Las autoridades japonesas destinan todos los medios, incluido el ejército, a refrigerar estos reactores con agua e incluso enviando helicópteros para dispersar desde el aire ácido bórico (mezcla de agua salada marina con ácido bórico). El problema es que la enorme nube provocada por las fugas radiactivas de la central impide las labores de refrigeración.
La información, que llega a cuenta gotas por parte de las agencias de noticias internacionales y de las propias autoridades japonesas que aseguran que las autoridades dedican todos los medios a evitar una explosión de los reactores de las central nuclear.
El reactor 3, el más preocupante
Existe una preocupación muy elevada por la situación del reactor número 3 de la central de Fukushima porque la carga de combustible interna es plutonio, lo que podría agravarse para la salud de las personas en el caso de que explotase este reactor. Esto significa que el combustible nuclear está expuesto y por tanto carece de la refrigeración adecuada para evitar que el proceso de fusión avance. Si esto ocurre, la reacción puede ser incontrolable y podría fundirse totalmente el núcleo del reactor.
El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, citado por la agencia nipona Kyodo, ha informado de que la estructura de contención del reactor número 3 puede estar dañada, por lo que el vapor blanco que ha comenzado a emitir por la noche podría estar expandiendo partículas radiactivas al exterior. El combustible de esta unidad es el plutonio, mucho más peligroso para la salud humana en caso de fuga radiactiva. Este ha sido el reactor que se ha querido enfriar lanzando agua desde helicópteros, pero los altos niveles de radiación han aconsejado abortar la operación.
El reactor 2, que tiene dañada la estructura de contención, tiene un 33% de las barras de combustible afectadas. Se cree que su núcleo pueda haberse fundido en parte. Esta unidad sufrió una explosión el martes. Según la empresa eléctrica japonesa propietaria de la central (TEPCO), en el dos ha bajado drásticamente la presión, lo que podría indicar que las tareas de refrigeración están teniendo éxito o que hay alguna grieta en el contenedor o incluso un fallo de las lecturas.
En el reactor 1, un 70% de las barras de combustible están dañadas, según la televisión japonesa NHK. Deflagraciones, fusiones parciales del núcleo, expulsión de partículas radiactivas a la atmósfera y grandes llamas de fuego serían algunos de los terribles resultados si se produce la explosión en cadena de los reactores, según informa la cadena de televisión japonesa NHK.
Preocupación por el 4
La Agencia Internacional de Energía Atómica ha hecho público un comunicado en el que apunta que Japón “ha informado de su preocupación por las condiciones de los reactores 3 y 4 en Fukushima”. Las autoridades han autorizado a volver al grupo de 50 trabajadores de Fukushima para intentar reducir los riesgos de que vuelva a producirse una nueva explosión en el reactor y aseguran que se están “llevando a cabo todos los protocolos de seguridad para refrigerar el núcleo del reactor y evitar el sobrecalientamiento que provocaría nuevas explosiones en uno o varios reactores”.
Sin embargo, se desconoce si los trabajadores de la central volverán a lo largo del día de hoy por el elevadísimo riesgo de exposición a la radiación. Esta madrugada (hora española) los ingenieros intentaban reducir la temperatura en el reactor número 3 de Fukushima que ha sufrido una explosión. Las autoridades han atribuido esta deflagración a un “escape de vapor” puesto que está central funciona generando electricidad en base a la ebullición del agua.
La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ve extremadamente difícil lanzar agua desde helicópteros para refrigerar la piscina en la que se almacenan las barras de combustible nuclear ya gastadas en el reactor cuatro de Fukushima-1. Si finalmente resulta imposible refrigerar la instalación, las barras podrían emitir hidrógeno o fundirse.
El Gobierno, superado
El gobierno japonés está muy lejos de controlar la situación de alerta nuclear en la planta nuclear Fukushima 1, donde el fantasma de desastre nuclear empieza a asomarse. En las últimas horas el reactor número 3 ha comenzado a expulsar humo blanco, probablemente vapor causado por el líquido refrigerante que habría entrado al reactor a través de las grietas en la estructura de contención, también se han agravado los problemas en el 2, que, al parecer, tiene afectada su estructura de contención del núcleo.
El portavoz gubernamental ha explicado que los expertos están evaluando la situación y analizando las posibilidades de actuación y que, de momento, las instrucciones dadas a la población -básicamente que eviten salir de casa y exponerse al aire en el radio que va entre los 20 y 30 kilómetros de la central- consideran que son las adecuadas de acuerdo con su información. Edano insiste en que los niveles de radiación han bajado lo suficiente como para no ser perjudiciales para la salud.
La radiación en torno a la central empezó a aumentar desde el sábado, cuando un fallo del sistema de refrigeración obligó a liberar vapor radiactivo de forma controlada, pero los crecientes problemas en los reactores añaden mucha incertidumbre. En la provincia de Ibaraki, adyacente a Fukushima, en un momento dado la radiación se situó en 5 microsievert por hora (unidad que mide radiación), cien veces más de lo habitual. Mientras en Kanagawa, algo más al sur, era 10 veces mayor, en Maebashi 10 veces y en Utsonomiya 33.
Tokio, pese a que se encuentra a 270 kilómetros de la planta, ya está registrando hasta 20 veces más radiación de lo habitual y se detectaron pequeñas cantidades de sustancias radiactivas como cesio (elemento químico). El Gobierno insiste en que estos niveles no implican riesgos inmediatos para la salud. Sin embargo, los japoneses hicieron provisiones masivas de mascarillas, agua y víveres, vaciando los supermercados, a pesar de las advertencias de que esas compras podían comprometer el abastecimiento de las áreas devastadas.
Los síntomas tras una exposición moderada son: fiebre, vómitos, diarrea y pérdida de cabello. Una exposición más moderada puede provocar cánceres de varios tipos, cataratas, problemas en la medula ósea que derivan en anemia y/o leucemia, entre otras muchas enfermedades.
http://www.lavanguardia.es/internacional/20110316/54128385144/japon-confirma-danos-en-el-nucleo-de-tres-reactores-de-fukushima.html