Hermana María, bendiciones a Ud. y toda su casa, le comentó que anoche soñé algo que creo hay confirmación con lo que soñó su nieto, es algo así:
Entró en una casa de una familia que conozco, ( que representa a muchos cristianos, solo de nombre) y me doy cuenta que la casa está muy sucia y desordenada, camino y tengo que ir moviendo objetos con mis pies para poder pasar, veo a la mamá y está muy ocupada cuidando varios niños, me doy cuenta que no tiene tiempo para limpiar, después entró en una habitación y está igual de sucia y desordenada, pero me llama la atención un reloj que está en la pared, lo bajo y al tomarlo me doy cuenta que marca la una, y yo pienso, está retrasado como dos horas, porque veo afuera y calculo el tiempo, sin ser muy exacta, pero en eso entra un joven, que duerme ahí, y me dice, no, no son las tres, son las cinco, y mueve las manecillas, después salgo de ahí, y voy entrando cuarto por cuarto y todo está desordenado y veo ropa apilada en montones, sucia y sin orden, entonces pienso, como los puedo ayudar? Y me digo a mí misma voy a comprarles comida, y por lo menos no tendrán que preocuparse por hacerla, pero me doy cuenta que es muy tarde y quizás ya no encuentre mucha a la venta, en eso entra una de las hijas y me dice; estoy muy cansada!!! Tengo demasiadas obligaciones, demasiadas cosas que hacer, estoy muy cansada, y en eso percibo que todos en esa casa tienen demasiado que hacer y por eso no limpian la casa.
Hermana María, como Ud. dice, es tanta la apostacía y creo que tiene muchas caras, en algunos casos hay personas que se encuentran atrapadas en sistemas religiosos falsos, demasiado atareadas como para darse tiempo de buscar la verdad por si mismas, tratando de ganar posiciones dentro de las iglesias, más preocupadas por pertenecer al “sistema creado” que por buscar la verdadera comunión, más interesados en buscar la aprobación de los hombres que la de Dios, por eso no pueden limpiar la casa, por eso no pueden sacar lo falso y buscar lo verdadero, tampoco hay tiempo para detenerse y escuchar la voz de Dios, y si les habla, no la identifican, hay demasiado ruido, son demasiadas tareas, el alimento no se recibe a su tiempo, las horas pasan sin darse cuenta que es tarde, muy tarde y que un día van a despertar cuando los montones de basura los estén asfixiando, todo el aire estará contaminado, ya no habrá espacio para meter un alfiler de la verdad,la suciedad será tanta que todo estará contaminado, porque dejaron que se acumulara, no iban desechando a diario lo que no servía, como basura que tiene que ser desechada, y todo esto nos deja una lección, limpiemos nuestra casa (nuestro corazón) no permitamos que la inmundicia lo contamine, solo lo verdadero permanece para siempre, lo que es siempre deshace lo que no es, solo el alimento puro aprovecha, el alimento celestial (mana del cielo) y hoy también me pregunto, habrá tiempo para limpiar la casa? Porque la hora ya está muy avanzada, y para limpiar una casa se requiere de tiempo, cuesta, cuesta mucho sacar la mentira e introducir la verdad, porque se sufre, se llora al identificarnos con el Señor en sus sufrimientos, nos duele, nos lastima y nos confronta en la medida que vamos siendo sanados, por tanto de nuevo, habrá tiempo?
Oh Señor, muéstranos por la grandeza de tus obras, cuan tarde es ya, danos la capacidad de apresurarnos a sacar todo lo que no pertenece a tu gracia y tú verdad, danos las herramientas que necesitamos para hacerlo lo antes posible, fortalecernos en el poder de tu fuerza, porque de lo contrario pereceremos como los ignorantes, necios y corruptos que se negaron a descubrir tu verdad, porque estaban demasiado ocupados construyendo sus propios Reynos de hombres, sus propios sistemas religiosos, sus propias estructuras, sus propios caminos, sin ver la senda antigua que siempre estuvo ahí, danos tu poder para cambiar, danos tu fuerza para resistir, danos tu espíritu para perseverar, danos tu aliento para respirar solo tu verdad, y danos tu corazón para amar, si para amar todo lo que tú amas, porque en ti Señor Jesus, solo en ti se encuentra la fuente eterna de tu verdad,