Mar 30, 2012

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Palabra diaria Maritza y Juan David, Viernes 30 de Marzo del 2012

Dios les bendiga.
¿Qué es confianza?
• La confianza es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene de otro individuo o de algo. También se trata de la presunción de uno mismo y del ánimo o vigor para obrar.
• La confianza es el fundamento de toda relación humana.
Nadie puede caminar junto al otro sin tener la certeza de que puede confiar en él. Sin confianza es imposible avanzar y crecer.
• Cuando hablamos de confianza hablamos de transparencia. Para confiar en otra persona hace falta primero tener un conocimiento. Cuanto más se conoce, más confianza hay en una relación. Donde hay confianza se da una comunicación bonita y enriquecedora. En las relaciones es muy importante cuidar mucho la confianza. Ésta siempre se tiene que basar en la libertad.   La confianza y la fidelidad van cogidas de la mano.
• La confianza es necesaria especialmente en los matrimonios, en las familias y en las amistades sinceras. Muchos conflictos que se dan hoy entre padres e hijos son porque quizás muchos padres no han sido merecedores de la confianza de sus hijos y han perdido su credibilidad ante ellos. Entre muchos jóvenes, que hablan a menudo de sus vivencias, debe alcanzarse ese grado de madurez para evitar que la confianza sea traicionada por sus compañeros. Por desgracia, muchas veces se ha traicionado la confianza de alguien. Esto es muy grave porque quien ha sido defraudado tiende a desconfiar y se encierra en sí mismo. Por esto hemos de aprender a confiar en los demás y, al mismo tiempo, ser merecedores de confianza.
• La confianza señala la intensidad del vínculo entre dos personas. La verdadera confianza existe cuando hay madurez en las relaciones humanas. Implica estabilidad, respeto, amor, fidelidad. Todos necesitamos que alguien confíe en nosotros. Quien confía en otra persona la hace crecer y contribuye a su felicidad.
• La confianza, desde un punto de vista cristiano, se fundamenta en el amor. Jesús amó tanto al mundo que fue capaz de dar la vida por nosotros. Dios confía en nosotros plenamente porque nos ama totalmente.
Tú dices: “Es imposible”
Dios te dice: “Todo es posible”
(Lucas 18:27) Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Tú dices: “Estoy muy cansado.”
Dios te dice: “Yo te haré descansar”
(Mateo 11:28-30)
28   Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.    29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;   30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Tú dices: “Nadie me ama en verdad.”
Dios te dice: “Yo te amo”
(Juan 3:16)  16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
(Juan 13:34) 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
Tú dices: “No puedo seguir.”
Dios te dice: “Mi gracia es suficiente”.
(II Corintios 12:9)
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
(Salmos 91:15)
15 Me invocará, y yo le responderé;  Con él estaré yo en la angustia;  Lo libraré y le glorificaré.
Tú dices: “No puedo resolver las cosas.”
Dios te dice: “Yo dirijo tus pasos”.
(Proverbios 3:5-6)
5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,   Y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo en todos tus caminos,   Y él enderezará tus veredas.
Tú dices: “Yo no lo puedo hacer.”
Dios te dice: “Todo lo puedes hacer.”
(Filipenses 4:13)  13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Tú dices: “Yo no soy capaz.”
Dios te dice: “Yo soy capaz.”
(II Corintios 9:8)
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
Tú dices: “No vale la pena.”
Dios te dice: “Sí valdrá la pena.”
(Romanos 8:28)
28 Somos más que vencedores en Cristo Jesús.  28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Tú dices: “No me puedo perdonar.”
Dios dice: “Yo te perdono.”
(I Juan 1:9) 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
(Romanos 8:1)  Viviendo en el Espíritu…1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Tú dices: “No lo puedo administrar.”
Dios dice: “Yo supliré todo lo que necesitas.”
(Filipenses 4:19)  19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Tú dices: “Tengo miedo.”
Dios te dice: “No te he dado un espíritu de temor.”
(II Timoteo 1:7)
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Tú dices: “Siempre estoy preocupado y frustrado.”
Dios te dice: “Hecha tus cargas sobre Mi”.
(I Pedro 5:7)  7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Tú dices: “No tengo suficiente fe.”
Dios te dice: “Yo le he dado a todos una medida de fe”.
(Romanos 12:3)
3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Tú dices: “No soy suficientemente inteligente.”
Dios te dice: “Yo te doy sabiduría.”
(I Corintios 1:30-31)
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en El Señor.
Tú dices: “Me siento muy solo.”
Dios dice: “Nunca te dejaré, ni te desampararé.”
(Hebreos 13:5-6)
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente:   El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
Si hacemos cualquier cosa por alguien en el que se confía, también podemos hacer cualquier cosa por un Dios en el que se puede confiar. Abraham confió absolutamente en Dios cuando llevó a su hijo al monte de Moriah.
Abraham tenía plena confianza en que Dios sabía lo que estaba haciendo. Isaac era la única esperanza de Abraham para que se cumpliera la promesa de Dios de producir una nación con un pueblo innumerable. Sacrificar a su hijo no tenía lógica para él, pero tenía que ser obediente a Dios.
Isaac tenía que tener una confianza suprema en su padre, porque ellos estaban subiendo al monte para hacer un sacrificio… y no había carnero a la vista.
Abraham era un hombre muy valiente y temeroso de Dios y no puso resistencia a la petición que Dios le hizo. Su fe era inquebrantable.
En la realidad, cualquier persona puede ganar la confianza y el favor de nosotros, pero solo en Dios debemos confiar. Él se lo demostró a Abraham al proveer de un carnero.
Isaías 53:3-7 dice:
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Depositemos en Dios nuestra confianza.  No importa por la prueba que estemos pasando, Dios siempre tendrá una solución a nuestro problema.  Deposita todas tus cargas sobre El porque El cuida de ti.
Si en este día tienes una petición especial delante de Dios, no dudes en que Dios puede obrar de manera sobrenatural.  Dios no trabaja con la duda.  El trabaja cuando tenemos fe.  Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se vé (hebreos 11:1).  Ejercita tu fe y verás el poder de Dios.
Recuerda siempre que…. ¡CRISTO LES AMA!
Dios les bendiga
  1. Me gusta mucho esta paguina

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