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Amados hermanos en CRISTO, quiero compartirles lo que el SEÑOR me hizo sentir en el siguiente sueño que tuve hace poco (el que lea entienda).

Me vi caminado por las calles dirigiéndome a ver mi madre pero cuando estoy cerca de un mercado veo a mi madre caminar con una hermana de mi congregación las vi apuradas tenían  sus vestidos algo opaco, entraron al mercado y volvieron a salir ahí veo sus vestidos en seda muy fina, salieron por una puerta del mercado y volvieron a entrar por otra puerta ahí entre rápido para alcanzarlas pero al entrar no las vi, mis hermanos empiezo a buscarlas me vino una desesperación llore amargamente sentía que mi corazón lo arrancaban, mis dientes  crujían, y de momento las veo otra vez y mi madre me decía ya no llores estoy aquí y yo solo le decía, con lloro y lamento  ¡NO TU ME DEJASTE, ME DEJASTE, ME DEJASTE!, y ella me decía ya estoy aquí nunca te he dejado ahora vamos para que veas; entonces salimos de aquel lugar caminado no las volví a ver, pero lo que empiezo a ver mis hermanos: estaba oscuro todo era un desastre, me subí a un cerro pequeño y hasta donde mis ojos podían ver todo el lugar estaba destruido empiezo a ver que del cielo empezaban a caer como bolas de fuego al caer a la tierra hacían huecos grandes y de esas rocas se partían en dos y de ahí salía un soldado (color de su aspecto gris)  con un perro negro y empezaban a seguir a las personas, en ese momento empiezo a correr a tratar de esconderme en una casa al ingresar en aquella casa me fui al último cuarto entre en el, quise esconderme bajo la cama, en ese momento veo que ingresan al cuarto niños como de ocho a nueve años un joven como 17 años y una mujer como de 30 años, sus vestidos estaban sucios yo solo los mire, alcé la cama les dije que se escondieran ahí al hacerlo baje la cama y para mí no había espacio entonces me puse a un  costado de la cama pero sobre el piso, en eso veo que entran  2 soldados me vieron me levantaron y me sacaron del cuarto y a fuera habían 2 soldados mas, entonces dos de ellos me tomaron de cada brazo los otros dos, uno tenía en su mano un cuchillo pequeño y afilado aquel tomo mi mano derecha y cerca al dedo pulgar me hizo un corte pequeño y empezó a salir sangre y yo lloraba y les decía que están haciendo déjenme ir, uno de ellos dijo haz más grande el corte, otro me inyecto para no sentir el corte y cuando me hicieron el corte más grande la sangre caía mas rápido vi que uno de ellos tenía en su mano una placa pequeña de color negro y dijo ahora ponle y otro hablo y dijo aun no, tiene que salir toda esa sangre no debe de haber nada, mi cuerpo empezaba a desvanecerse  entonces vi que ya no salía sangre y es ahí donde me ponen aquella placa negra, el corte cerro pude ver dentro de mi misma en mi mente no habían recuerdos todo estaba en blanco y es ahí donde escucho una espantosa voz que decía Ahora llego el tiempo y es ahí donde despierto, mi corazón latía muy rápido hermanos. (Apoc. 13:16-17)

Consagrémonos en cuerpo, alma y espíritu a nuestro SEÑOR JESUCRISTO, mis hnos. por favor por ningún motivo nos vallamos a quedar, terrible es lo que se viene.

DIOS NOS PERMITA SER HIJOS OBEDIENTES DE SU PALABRA Y NOS DE LA SABIDURIA PARA HACER LA VOLUNTAD DEL QUE VIVE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

AMEN.

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